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Mañana se vivirá la mágica noche en la que sus majestades los Reyes Magos dejarán las peticiones y los deseos en el calcetín o árbol ... de Navidad.
Los amigos alpinistas con quienes hemos hablado han escrito a los Reyes de Oriente pidiéndoles proyectos de montaña, que el presente año sea mejor que el pasado... y sobre todo salud, sin olvidarse de pedir eso que tanto y tanto ansiamos como es la llegada definitiva de la paz mundial.
Así, el amigo y entrañable alpinista alavés Juanito Oiarzabal escribía en estos términos: «Evidentemente lo que le pido a los Reyes este año, primeramente, es salud porque llevo unos años que he tenido un montón de circunstancias: entre el covid, la embolia del pulmón, operaciones de hombro y rodilla, etc. Lo que pido es salud y montañas. Que me vayan bien los trekkings que tengo, uno en primavera al Everest y el otro en otoño a dar la vuelta al Kailash. Con todo ello, además disfrutar de los amigos, de la familia y disfrutar de la montaña. Que nos trate bien la vida». En lo que respecta a la situación de guerra que se vive en Oriente Medio y Ucrania, pedía el fin de las hostilidades y algo más: «Creo que es una auténtica barbaridad lo que el pueblo judío está haciendo con Palestina, con Gaza, Ucrania. Así que mi deseo para 2025 es que pronto volvamos a la normalidad, que se reconozca el estado palestino de una puñetera vez. Que el conflicto no vaya más allá. Así que mi solidaridad para estos países que están sufriendo esa maldita guerra. Esperemos que esto se acabe de una vez por todas y llegue la tan ansiada paz».
Por su parte, Alex Txikon pide con contundencia: «Que se acaben las guerras en el mundo. Lo que estamos viendo desde hace ya más de un año es destrucción y muerte. Punto final a las guerras, esto es lo que pido». Respecto al mundo de la montaña desea que 2025 coseche «grandes éxitos para la escalada y el alpinismo». Y lo mismo pedía para Mendietxe Museoa, certificando esas dos palabras para su museo inaugurado hace dos meses en Azpeitia: «Grandes éxitos».
Sebastián Álvaro, el que fuera director del exitoso programa de La2 de TVE 'Al filo de lo imposible', con su alocución calmada pero sabia, pedía a los Reyes Magos esa paz mundial tan deseada: «Que en la situación de Europa con la guerra de Ucrania se llegase a un acuerdo y en el conflicto de Palestina, no es que se llegara a un acuerdo, es que se respetaran los derechos humanos directamente». Refiriéndose al alpinismo: «Me gustaría que se volviera a recuperar la imaginación, el empuje de chavales que tuvimos sobre todo en los años 80 y principios de los 90. Que prevalezca eso que precisamente premian los Piolets de Oro, el compromiso en la ruta, el estilo, la dificultad, pero también lo que es la belleza y la aventura, el placer estético y el acometer una empresa de resultado incierto y que entraña peligro en definitiva».
Y se extendía más: «Que la gente hiciera suyo a nivel cotidiano los grandes valores del alpinismo que no son otros que los de los estoicos, la prudencia, la templanza, la fortaleza, la justicia, la valentía, la solidaridad porque en definitiva como alguien dijo y alguien escribió muy bien, el alpinismo no consiste en la conquista de las grandes cimas, el alpinismo representa la conquista de nuestros propios miedos».
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