Munagirre, magia natural por doquier
Es uno de esos lugares especiales haga sol, nieve o esté inundado de niebla. Una energía especial se palpa en cada rincón de Aiako Harria
Una tranquila sinfonía envuelve cada rincón del parque natural de Aiako Harria mientras paseamos hacia Munagirre (781m.). Inquietos pajarillos son los encargados del hilo musical del precioso entorno junto a los grillos que con su repetitivo kri-kri, kri-kri nos anuncian su presencia y su invisibilidad en cuanto nos acercamos a ellos. El juego del escondite es su preferido mientras nosotros intentamos localizarlos en el inmenso manto verde.
Una energía especial se siente en zonas de pastos, bosques y demás parajes del parque natural de Aiako Harria. Situado en el extremo oriental de Gipuzkoa, entre el Bidasoa y el Urumea, este verde enclave constituye el arranque de la cadena pirenaica en su extremo occidental. Aiako Harria tiene una superficie de 6.913 ha. y se declaró parque natural por Decreto 241 hace ya 27 años.
El 80% de la superficie del parque natural es de titularidad pública, repartida entre los municipios de Irun (751 hectáreas), Oiartzun (2.507 ha), Errenteria (1.672 ha), Hernani (385ha) y Donostia (212 ha).
Es innegable que su orografía es muy llamativa y destaca por su relieve en forma de agujas y paredes abruptas que lucen impresionantes y singulares, destacando como la montaña más escarpada y original de la costa vasca. Cabe destacar que su cordillera de afloramiento granítico comienza en Oiartzun y siguiendo en parte la muga con Navarra de Oeste a Este acaba en el valle del Bajo Bidasoa (límite oriental del Parque Natural).
En cada visita al parque, el macizo rocoso granítico de Aiako Harria centra nuestra atención en cada paso. Sus tres llamativas cimas, Irumugarrieta, Txurrumurru y Erroibide, se erigen como vigías de cada movimiento en toda su extensión. Pero no son las únicas cimas del parque natural. De Oeste a Este se encuentran otras cumbres como Zaria (635m.), Munagirre (781m.), Bianditz (797m.), Errenga (786m.), Peña de Aia (Erroibide-838m-, Txurrumurru-829m- e Irumugarrieta-812m-), Irupagoeta (534 m.), Erlaitz (498 m.) y Pagogaña (480 m.). Siguiendo con el repaso de los montes que podemos visitar en la zona, existen en el parque otras cimas de diferente origen como las que van de Sur a Norte en las proximidades del Urumea; Urdaburu (599 m.) y Aldura (537 m.) entre otras.
El agua, el viento y el paso del tiempo se han encargado de pulir y dar forma a este conjunto granítico y sus densos bosques, así como las zonas de pasto en los que es habitual encontrar grupos de yeguas, vacas, betizus, ovejas...La presencia humana en la zona está constatada desde hace miles de años. Dentro del parque natural, ubicada en el municipio de Errenteria, se encuentran las cuevas de Aizpitarte. En sus cavidades, hace cuarenta años, fueron identificadas huellas humanas que según los expertos corresponden al Homo Sapiens-Sapiens del Paleolítico Superior. En el exterior, los monumentos megalíticos muestran al senderista los lugares elegidos por los antiguos pobladores de la zona para enterrar a sus seres queridos.En nuestra ruta de hoy nos acercamos al crómlech de Oianleku, que data de la edad de Hierro, y es uno de los monumentos más importantes de Aiako Harria. Descubierto en 1909 por P.M. Soraluce y excavado en 1967, es considerado como uno de los crómlech mejor conservados del Euskal Herria. Situado en un paraje muy especial, muy cerca de un bosque de enormes hayas con formas extrañas, cuenta con unas magníficas vistas de la gran mole. Este renombrado crómlech tiene la particularidad de estar formado por dos círculos. El primero, de 9,5m de diámetro y con 29 testigos, y el segundo, de 6,8m de diámetro y con 18 testigos.
Información MIDE
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Acceso: Para acceder a Artikutza debemos seguir la GI-3631 desde el barrio Altzibar de Oiartzun. El parking de Kausoro se encuentra en el km. 12.
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Horario: El paseo desde el parking de Kausoro para completar los diez kilómetros ronda las tres horas. Muy recomendable para realizar en familia por su interés cultural
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Distancia: 10,3 kilómetros
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Desnivel el positivo: 471 metros.
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Severida del medio: 2
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Dificultad de orientación: 3
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Dificultad del terreno: 2
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Esfuerzo necesario: 3
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Desde el parking de Kausoro
En esta ocasión, en nuestra ruta de esta semana nos acercaremos hasta Munagirre realizando un recorrido circular desde el Collado de Kausoro. En su parking dejamos el coche y, siguiendo las marcas blancas y amarillas, nos dirigimos hacia Oianleku nuestro primer sitio elegido para la salida. En el parking nos encontramos un poste indicativo que nos sitúa y nos dirige en dirección Noreste, pasando la carretera, hacia el paraje de Oianleku. Por el PR Gi-1006. Tras pasar una primera verja seguimos una pista forestal que nos conduce por bosques de coníferas y hayas, con un manto marrón a sus pies, que resalta aún más si cabe el verde de los grandes árboles. Pasaremos por varios riachuelos que bajan con algo de ruido tras las lluvias de estos días. No en vano, el entorno de Artikutza es uno de los lugares que registra mayor cantidad de precipitación en Euskal Herria. Estos pequeños riachuelos acaban en el río Baztela.
Avanzamos, disfrutando de unas bonitas vistas de la costa con la isla de Donostia como referente, hasta alcanzar el collado de Gainbeltz. De manera tranquila alcanzamos Oianleku con su txabola, sus bosques de hayas y sus cromlechs 'Oianleku Sur' y 'Oianleku Norte'. Impresiona el lugar con las magníficas vistas de Aiako harria al fondo, mientras unas vacas pastan en la zona placidamente.
Avanzamos siguiendo la pista que nos conduce, tras tomar a la izquierda, a los crómlechs de Basate, en los que el helecho se apodera de su circunferencia. Seguimos las marcas blancas y amarillas hasta llegar a Basate Kaskoa (632 m.). Después, debemos descender en dirección Oeste por un cortafuegos hasta el alto de Berin. Allí no encontramos una pista forestal (dirección Noreste), hacia la fuente Iruiturrieta. El camino nos conduce hasta un cruce, en el collado de Zaldin (460 m.). En ese punto seguiremos el antiguo trazado del tren minero de Artikutza que coincide con el PR GI 1007, para pasar junto a la entrada de un túnel.
El estado del interior del túnel nos anima a no pasar por él, y optamos por dirigirnos al collado de Umendi, donde se encuentra la boca de salida. Poco a poco avanzamos de manera tranquila, ya que el desnivel no exige un gran esfuerzo, hasta llegar a Olaberriegia, con impresionantes hayas. En este tramo de la ruta volvemos a encontrarnos varios riachuelos que desembocan en el río Urdantxabaleta. Disfrutamos del paraje hasta llegar a un puente para salvar un vado. A partir de ahí seguiremos un estrecho sendero hasta llegar a una pista por la que seguiremo continuaremos el PR. Muy cerca nos espera una pendiente corta pero exigente que el plano inclinado de Gogorregi, donde el camino se suaviza. Una vez en la boca del túnel de Bianditz, nos adentramos por él para seguir después un sendero que nos conduce a una alambrada que cuenta con un paso en forma de arco de madera. De allí, el recorrido nos lleva a Gogorren Hegiko Torrea (771 m.), donde no hay buzón. Un mojón de la diputación marca esta cima. Desde allí, llegamos de manera sencilla a Munagirre. Un buzón con forma de tambor sitúa la cima. Toca disfrutar de las espectaculares vistas: Hernio, Mandoegi, Zaburu, Eguzkizko muinoa, Larrrunarri, Jaizkibel, Ulia, Belkoain... La bajada hasta el parking de Kausoro es sencilla. En esta zona las marcas son rojas y blancas.