Uno de los rincones naturales más bonitos de Gipuzkoa se encuentra en Urnieta, a los pies del monte Oindi. Se trata de Mulisko gaina, un lugar que ya resultaba atractivo para los antiguos pobladores de este territorio ya que lo eligieron como lugar de enterramiento para sus seres queridos. Varios conjuntos de piedras delimitan los dólmenes de este mágico lugar.
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[El sábado 30 de abril puedes disfrutar de esta ruta guiada por la periodista Eli Belauntzaran]
Son solo algunos de los monumentos en los terrenos cercanos al macizo de Adarra que forman parte de una importante estación megalítica. Tal y como recoge Xabier Cabezón en su web sobre Leitzaran, «Esta estación megalítica constituye en la práctica el límite occidental del crómlech pirenaico. Por el este los crómlech se extienden en gran número por los Pirineos, casi hasta Cataluña; sin embargo, hacia el oeste no se ha hallado casi ninguno. Contrasta la cantidad de crómlech de esta estación con la total ausencia en la estación situada en la otra divisoria del Leitzaran». Un total de 20 dólmenes, 5 cistas, 16 túmulos, 206 cromlechs y 3 monolitos forman dicha estación megalítica Ondi-Mandoegi, construidos durante la Edad de Cobre y Bronce, hace ahora entre unos 5.000 y unos 3.000 años. Dicha estación se extiende por los términos de Elduain, Berastegi, Hernani, Andoain y Urnieta.
Está claro que la magia que envuelve este hermoso paraje situado a escasos kilómetros de Adarra, impresiona a aquellos que lo conocen por primera vez o repiten por su especial energía. En esta ocasión, antes de acercarnos a esta popular cumbre optamos por visitar Oindi (548 m.), ese hermoso balcón que nos sitúa ante la costa guipuzcoana con todo el valle de Buruntzaldea a sus pies. Se trata de una cima secundaria que pertenece al macizo de Adarra/Mandoegi peculiar.
Monte más que recomendable para realizar en una tranquila mañana en familia. De ella hay mucho que aprender y en torno a hora y media-dos horas de excursión se puede disfrutar de la naturaleza, sus espectaculares vistas y la historia de los primeros pobladores de la zona.
Subida desde Besadegi
Entre las opciones para subir a Oindi la más habitual es la que parte desde Besadegi en Urnieta. Aparcamos en los alrededores del resaurante y seguimos la señal que indica hacia Mulisko gaina/Oindi a traves de una pista de piedra que hay junto a unos paneles informativos. El camino se dirige primero al Este y después avanza serpenteando hacia el NE. Mientras comenzamos la ascensión, que en su primer tramo no supone gran esfuerzo, se puede disfrutar de unas magníficas vistas de Donostia, Buruntza, Lasarte-Oria...
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De manera sencilla, siguiendo la pista cementada, con piedra suelta y tierra en algunos tramos avanzamos escuchando el canto de los pájaros y el agua. La tranquilidad nos rodea en todo el trayecto hasta que el cuco comienza a cantar con el firme propósito de buscar pareja, callando en cuanto siente el menor peligro junto a él.
Información MIDE
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Acceso: Siguiendo la A-15 o la Gi-2132 llegamos al cruce entre Andoain y Urnieta que nos lleva a Besadegi. Allí podemos aparcar nuestro coche.
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Horario: El paseo circular desde Besabi jatetxea hasta Oindi ronda la hora y media larga.
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Distancia: 7km
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Desnivel positivo: 338 m
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Severidad del medio: 2
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Dificultad orientación: 3
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Dificultad del terreno: 2
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Esfuerzo necesario: 2
Mientras, insiste en su objetivo el esquivo pájaro, avanzamos superando un ligero ascenso por una cómoda pista y llegamos al dolmen Pozontarriko lepoa, en donde también nos encontramos con un poste con indicadores de senderos locales y también la dirección hacia Mulisko gaina.
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En este pequeño collado superamos un paso canadiense mientras contemplamos las hermosas vistas que vamos dejando atrás, pero que mientras ascendemos nos ofrecen unas preciosas vistas de Hernio y toda su linea. Antes, en las lomas bajas de Aballari, vemos un nutrido grupo de vacas que pastan plácidamente.
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Continuamos por la pista, siguiendo las marcas blancas y azules de pintura y la dirección que nos indican los postes hacia Mulisko gaina primero. Para ello nos adentramos por una pista forestal hasta llegar a nuestro primer objetivo. En el mágico cementerio prehistórico tenemos una panorámica magnífica. Desde allí, siguiendo las marcas verdes y blancas nos ponemos en marcha para llegar hasta nuestra primera cima de hoy: Oindi. Después del tranquilo tramo de esta ruta comienza una pendiente corta pero un tanto exigente. El esfuerzo merece la pena ya que las vistas que nos ofrece son preciosas. Al fondo, la isla de Santa Clara, el Cantábrico. Según subimos vamos contemplando el panorama hacia la costa y también hacia la zona de Aiako Harria, Hernio, Gazume...
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Oindi es la cima que cuenta con dos buzones y en esta ocasión no encontramos mensaje alguno en ninguno de ellos. Después de la caminata, en el restaurante Besabi solo nos queda recuperar fuerzas. Siempre viene bien un caldo y un pintxo.
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