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Callejones con arte

Decenas de murales estallan y florecen en paredes y callejones de Hong Kong. La ciudad carece de una pinacoteca reconocida en el mundo, pero el arte presente en sus calles ha recibido un gran impulso, favorecido por el creciente número de exposiciones celebradas en los últimos años y el altavoz de Instagram. En 2015, un mosaico del artista francés Invader se vendió en una subasta por 258.000 dólares. La obra había sido destruida por las autoridades de Honng Kong, lo que enfureció a los residentes, y luego fue recreada para la venta.

Sábado, 31 de marzo 2018, 11:26

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Decenas de murales estallan y florecen en paredes y callejones de Hong Kong. La ciudad carece de una pinacoteca reconocida en el mundo, pero el arte presente en sus calles ha recibido un gran impulso, favorecido por el creciente número de exposiciones celebradas en los últimos años y el altavoz de Instagram. En 2015, un mosaico del artista francés Invader se vendió en una subasta por 258.000 dólares. La obra había sido destruida por las autoridades de Honng Kong, lo que enfureció a los residentes, y luego fue recreada para la venta.

PHILIP FONG / AFP
Decenas de murales estallan y florecen en paredes y callejones de Hong Kong. La ciudad carece de una pinacoteca reconocida en el mundo, pero el arte presente en sus calles ha recibido un gran impulso, favorecido por el creciente número de exposiciones celebradas en los últimos años y el altavoz de Instagram. En 2015, un mosaico del artista francés Invader se vendió en una subasta por 258.000 dólares. La obra había sido destruida por las autoridades de Honng Kong, lo que enfureció a los residentes, y luego fue recreada para la venta.
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Decenas de murales estallan y florecen en paredes y callejones de Hong Kong. La ciudad carece de una pinacoteca reconocida en el mundo, pero el arte presente en sus calles ha recibido un gran impulso, favorecido por el creciente número de exposiciones celebradas en los últimos años y el altavoz de Instagram. En 2015, un mosaico del artista francés Invader se vendió en una subasta por 258.000 dólares. La obra había sido destruida por las autoridades de Honng Kong, lo que enfureció a los residentes, y luego fue recreada para la venta.
Decenas de murales estallan y florecen en paredes y callejones de Hong Kong. La ciudad carece de una pinacoteca reconocida en el mundo, pero el arte presente en sus calles ha recibido un gran impulso, favorecido por el creciente número de exposiciones celebradas en los últimos años y el altavoz de Instagram. En 2015, un mosaico del artista francés Invader se vendió en una subasta por 258.000 dólares. La obra había sido destruida por las autoridades de Honng Kong, lo que enfureció a los residentes, y luego fue recreada para la venta.

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