Nuevas estéticas masculinas para cada edad
Desde rutinas ligeras para pieles jóvenes hasta tratamientos más intensivos para pieles maduras: la clave está en adaptar los cuidados
Cada vez son más los hombres que buscan potenciar sus rasgos de manera sutil y natural, sin recurrir a cambios drásticos. La piel del hombre no se cuida igual a los 25 que a los 45, y por eso requiere un abordaje en medicina estética adaptado a la edad. Pero sin una rutina adecuada ('skincare'), incluso los mejores procedimientos pierden fuerza y durabilidad.
Por tramos de edad, entre los más jóvenes, la piel suele ser más grasa por los niveles elevados de testosterona, lo que hace que los cuidados se centren en productos ligeros, como emulsiones de ácido hialurónico, protectores solares en emulsión y antioxidantes como vitamina C o niacinamida.
En el caso de los hombres maduros (más de 45 años), la piel tiende a secarse apareciendo los primeros signos de flacidez. Para afrontar estos cambios, se recomiendan cremas más untuosas, combinadas con retinoides como Retinol al 0,5% para estimular el colágeno y mejorar los efectos provocados por el fotodaño, ajustando la concentración dependiendo de la tolerancia de la piel.
Según el prestigioso doctor Fustes, la clave de la estética masculina no reside en los cambios drásticos, sino en combinar técnicas precisas con cuidados continuos que respeten la naturalidad del rostro.
Los 'must have'
Entre los procedimientos más demandados por hombres jóvenes en medicina estética destacan los 'peelings' suaves y 'microneedling', con el objetivo de mejorar textura y luminosidad; y los rellenos estratégicos, centrados en mandíbula y mentón. Intentar no aumentar el volumen de las mejillas es fundamental para no «feminizar» el rostro, pero sí marcar los pómulos para potenciar la masculinidad.
En el caso de las pieles maduras, las vitaminas y los estimuladores de colágeno combaten la flacidez y la pérdida de firmeza. Los láseres y la luz pulsada (IPL), para unificar el tono de la piel y tratar manchas o signos de fatiga, es perfecta. Además de mejorar la flacidez al estimular la producción de colágeno, mejora las arrugas dinámicas, siempre con discreción para mantener la expresión natural.
Recuerda que la armonización facial va más allá de corregir imperfecciones, equilibrando y respetando la esencia y las necesidades de cada rostro. La naturalidad es la tendencia que más valoran los pacientes hoy en día.