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Mascarillas faciales caseras y nutritivas

Te proponemos que dejes a un lado la pereza y reserves un poco de tiempo para probar alguna de estas mezclas faciales y tratamientos caseros que podrás elaborar sin salir de tu casa y sin necesidad de buscar más allá de tu cocina. Recetas realizadas con ingredientes naturales que podrás aprovechar para nutrir, reparar, potenciar la luminosidad y rejuvenecer el rostro. Arrancamos:

¿Cómo crear una mascarilla rejuvenecedora? Utilizando café, miel y la mitad de un limón.

Mezcla un poco de café con una cucharada de miel y a través de un limón, aplica la mezcla por toda la cara. Déjala actuar durante 10 minutos y aclárala con agua tibia. La acción se puede repetir dos veces a la semana, y mejor por la noche para que la exposición solar no provoque manchas en la piel.

Esta mascarilla reactivará la circulación sanguínea, y limpiará, hidratará, exfoliará y ayudará a que la tez se vea más joven.

¿Y cómo puedes elaborar una mascarilla antiarrugas para pieles secas? Empleando una cucharada de harina, una de leche y otra de miel.

Mezcla los tres ingredientes hasta crear una masa homogénea. Después aplícala por todo el rostro con la ayuda de una brocha. Evita la zona del contorno de los ojos y de los labios por su alta sensibilidad. Acuérdate de mantenerla durante 15-20 minutos hasta que se seque. Finalmente, aclárala con agua tibia.

Ésta te ayudará a reducir las arrugas, hidratando y nutriendo la piel seca.

También existe un remedio casero para paliar las temidas manchas. Para ello, deberás optar por tres cucharadas de vino tinto y tres de miel.

Mezcla ambos ingredientes y aplica el 'mix' sobre el rostro. También puedes aplicarlo tras enfriarlo durante varios minutos en la nevera.

Gracias a ella evitarás o retrasarás la aparición de las arrugas, se difuminarán las manchas (es un antioxidante), y exfoliará y eliminará las células muertas.

¿Y para reducir los granos y calmar las rojeces? Una cucharada de vinagre de manzana y dos de agua serán suficientes.

La mezcla la emplearemos en forma de tónico y no de mascarilla. Para ello tendrás que combinar los ingredientes y empapar un disco de algodón, aplicándolo después por toda la cara a través de sutiles toques.

Eliminará las impurezas, exfoliará la piel, reducirá los granos y calmará las rojeces. En caso de tener la piel muy sensible, descarta esta opción, ya que el vinagre podría irritarla.

La mascarilla para suprimir los puntos negros es otro 'must have'.

Separa la clara de un huevo y aplícala con ayuda de un pincel. Después, coloca los trozos de papel por todo el rostro, virtiendo más clara sobre el propio papel con el objetivo de que se quede pegado a la cara. Espera 10 minutos hasta que se seque y retíralo con mucho cuidado. Este exfoliará la tez, y eliminará los puntos negros y las impurezas.

¿Y qué sucede con el contorno de ojos? Para disimular las molestas bolsas, te planteamos una mascarilla que lleva dos bolsitas de té, un cuarto de patata sin piel y pepino. Para el preparado debe hacerse una infusión con el té y dejarlo reposar en la nevera durante dos horas con las propias bolsas. En paralelo, mezcla la patata y el pepino, y aplica el 'mix' en el contorno de ambos ojos. Tumbada boca arriba, cierra los ojos y coloca una bolsita de té en cada uno. Deja actuar la mezcla durante 15 minutos y retírala con agua fría. Estos ingredientes descongestionantes ayudarán a deshinchar, refrescar y tonificar la zona.

Para finalizar y con el objetivo de hidratar en profundidad la piel, no te olvides de incluir en tus rutinas ingredientes como el aguacate, la miel o el aceite de almendras dulces. Tienen un alto poder hidratante y alivian la irritación.