Una vuelta a Gipuzkoa por la esclerosis

Mikel Lizarralde partirá hoy, a las diez de la mañana, desde Eibar en bicicleta para recorrer Elgeta, Bergara y Soraluze. No será una más de sus mañaneras ciclistas, sino la primera etapa de su particular vuelta a Gipuzkoa, en la que recorrerá los 89 municipios del territorio con la esperanza de recaudar fondos para investigar la esclerosis múltiple, enfermedad que padece desde hace casi tres años. Para ello, ha sacado a la venta una línea de ropa ciclista, y el dinero que logre lo donará a Biodonostia. Antes de arrancar ya ha reunido «unos mil euros. Estoy sorprendido de la respuesta de la gente, porque la vestimenta ciclista no suele ser barata».

Este eibartarra de 40 años irá relatando su aventura a través de su cuenta personal de Twitter @macmikel, donde irá anunciando la ruta que emprenderá al día siguiente. La vida le dio «un gran sopapo» cuando supo que padecía esclerosis múltiple, una enfermedad «incurable y degenerativa», pero asegura que pronto empezó a darle la vuelta. «Se lo debo en gran parte a mi mujer, que vale oro y desde el primer día me dijo que seguro que iba a sacar algo positivo». Y en su caso, fue aprender «a disfrutar de cada instante que me ofrece la vida. Soy consciente de que en el peor de los casos puedo acabar en una silla de ruedas, y por eso aprecio más poder ir en bici o al monte con mis dos hijas».

Esta perspectiva le lleva a no querer concretar mucho los plazos de su aventura solidaria en bicicleta. «Supongo que acabaré en tres o cuatro semanas. Iré saliendo según lo permita la meteorología y el tiempo libre, porque trabajo en CodeSyntax y también tengo la vida familiar. No me marco fechas», explica.

Lo que tiene claro es que la última etapa será Eibar-Arrate-Eibar porque la del santuario eibartarra «es mi montaña. Es la primera que subí en bici, con la ikastola con 10-11 años». Y también donde ideó la aventura que emprende hoy. «En septiembre, un día que llovía, me caí bajando Arrate y me rompí una clavícula y tres costillas. Durante la convalecencia, se me ocurrió hacer esto. Necesitaba una motivación para recuperarme mejor». Y aquí está solo tres meses después.

Lizarralde es un apasionado de la bici pero ante todo un deportista todoterreno que este año tenía previsto hacer el popular carrerón de montaña Hiru Haundiak, que la pandemia obligó a suspender. «No soy un machacas, no busco grandes marcas. Pero sí hacer deporte, sentirme activo», apunta. Apenas dos meses después de acabar el maratón de Donostia, recibió el «shock» en el hospital de Mendaro. Todo empezó con una visión borrosa el 3 de febrero, «día de San Blas», y acabó un diagnóstico «brutal». Pero se dijo que no podía quedarse parado y se propuso «pequeños retos», como hacer la media maratón de San Sebastián o, en 2019, el maratón de montaña Zegama-Aizkorri gracias al dorsal que le regaló la organización. Entonces recaudó 700 euros y, de momento, ya ha logrado más de mil, al haber recibido ya pedidos de 60 personas, pese a que «solo me he movido en las redes sociales». No ha contactado con ayuntamientos. «Quien quiera, podrá acompañarme en bici o apoyar a Biodonostia», señala.