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Los bomberos izan la envoltura hecha a base de cuadros tejidos en lana sobre la torre. DV
Un vestido para la torre de Sos

Un vestido para la torre de Sos

Una hostelera donostiarra envuelve con un tapiz de lana el símbolo arquitectónico de Sos del Rey Católico

ELENA VIÑAS

Viernes, 6 de julio 2018, 20:01

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La idea surgió hace dos años en una reunión de la asociación que organiza la feria medieval de Sos del Rey Católico. «Era una locura, pero cuanto más lo pensaba, más factible me parecía», confiesa Loli Ibáñez, una donostiarra licenciada en Historia por la Universidad de Deusto, que regenta en la citada localidad zaragozana el hotel La Ruta del Tiempo y su tienda-museo. La joven asumió el reto de cubrir la Torre del Homenaje con cuadraditos tejidos en ganchillo, de veinte por veinte centímetros, que simulasen sus vetustas piedras.

La gesta, enmarcada en el concepto del 'urban knitting', no ha estado exenta de dificultades. La primera, lograr el total de 12.689 cuadrados de lana que hacían falta para conformar ese vestido capaz de envolver los veinte metros de altura, almenas incluidas, y las paredes, que oscilan entre los seis y los seis metros y medio de ancho, de la construcción erigida en el siglo XII.

Asociaciones y personas de las más diversas regiones se aliaron con el grupo de coordina Loli Ibáñez para hacer realidad el proyecto bautizado como 'La Torre Tejida'. Entre ellas, vecinos de San Sebastián, Hernani, Bilbao y Pamplona. «Cada vez que nos llegaba un paquete era como vivir un día de Reyes. La gente ha hecho magia, porque les entregabas unos ovillos de lana y cada uno te devolvía obras de arte, una creación en la que los mismos colores se coordinaban de manera diferente», recuerda Ibáñez, quien destaca la faceta más importante de esta labor: «la de generar lazos alrededor de la misma iniciativa».

Han sido cerca de 170 personas, con edades comprendidas entre los 4 y los 100 años, las que han trabajado a lo largo de los últimos dieciocho meses en la confección de un vestido de dimensiones colosales. En su colocación ha colaborado, además, otro medio centenar de personas, empresas e instituciones. Fundamental ha sido el papel desempeñado por los arquitectos, también donostiarras y vinculados a Sos del Rey Católico, Rafael Niño y Juan Cruz Izaguirre, encargados de construir la estructura sobre la que se asienta la lana y gestionar los permisos.

Armazón

«No era posible colgar sólo la lana, porque lo más probable es que cediera por su propio peso durante el mes que va a estar visible. Además, había que tener en cuenta que estamos en una zona elevada, en la que sopla el viento. Había que idear una estructura y pasar los trámites para su instalación. La Dirección de Patrimonio nos solicitó un respaldo técnico. Por suerte, los dos arquitectos se ocuparon de todo», declara la impulsora de esta idea.

La cobertura de colores, una superficie equivalente a casi 500 metros cuadrados, vistió ayer la torre, el mismo día en que se conmemoraba con varios actos el 50 aniversario de la declaración de Sos del Rey Católico como conjunto histórico-artístico. Izar la envoltura, en la que se remarcaban puertas y ventanas ciegas, fue toda una odisea en la que tuvieron que intervenir los bomberos de Zaragoza y decenas de voluntarios. «El resultado es espectacular, pero más espectacular ha sido contar con tanta gente que ha participado. Cuando veo todos los cuadraditos, imagino todas las personas que hay detrás de ellos», señalaba Loli Ibáñez.

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