El buen ambiente reinó en el pueblo durante toda la mañana. JOSÉ MARI LÓPEZ

«Venimos a pasar un buen día entre amigos y, si puede ser, a ganar»

El mal tiempo no deslució las exhibiciones y concursos que se desarrollaban en el casco urbano

ALATZANE

ORDIZIA.

Jueves, 6 de septiembre 2018, 07:09

La feria extraordinaria de las Euskal Jaiak de Ordizia cumplió un año más su cometido de ensalzar la labor de baserritarras, pastores y ganaderos y congregó a numerosos visitantes a lo largo de toda la mañana a pesar de la lluvia. Pero el tiempo dio tregua hasta bien entrado el mediodía y todo se desarrolló con normalidad, salvo los momentos de aglomeración que se vivieron tanto en el frontón como en el recinto ferial de la plaza debido a toda la gente que acudió en busca de refugio de los fuertes chaparrones que cayeron a ratos.

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Pero esos chaparrones no lograron deslucir las exhibiciones repartidas a lo largo de todo el casco urbano de Ordizia, y la de ganado de la plaza Garagarza, por ejemplo, fue uno de los puntos más visitados. Allí se exhibía ganado vacuno de la raza pirenaica y se desarrollaba el concurso de Gipuzkoa. Juan JoséEgaña de Oñati, además de miembro de la asociación de ganaderos Hebe, era también uno de los participantes junto con otros compañeros del valle de Leintz, Alto Deba, Goierri y Urola Costa. Todos cumplían con esta cita anual que, según explicó Egaña, sobre todo tiene por objetivo «dar a conocer la raza pirenaica y sus características, aunque también venimos a pasar un buen día entre amigos y, si puede ser, a ganar algún premio».

Artesanía, queso y verdura

Cerca de la plaza Garagarza se instalaron los artesanos, y entre ellos Xabier Iturrioz, con su puesto de calzado de cuero de elaboración propia. Oriundo de Legorreta pero afincado en Eraso (Navarra), Iturrioz mostraba su desencanto con el tiempo, pero señalaba que ello no era impedimento para su cometido: «Mostrar mi producto y venderlo, como en el resto de ferias a las que acudo».

La arboleda, en frente del frontón donde se desarrollaba el concurso de queso, era otra de las citas obligadas de la feria. Allí se reunían los sidreros y los pastores y elaboradores de queso. Eli Elgarresta, de la quesería Baztarrika de Gabiria, estaba al frente de uno de los puestos donde vendía su producción. Baztarrika era una de las queserías participantes en el concurso y Elgarresta no podía ocultar su nerviosismo: «No es la primera vez que participamos y este es un día que vivimos con nervios, porque la esperanza de ganar o de obtener un premio está siempre ahí. Además, es una ocasión para aprender a elaborar mejor queso, por las críticas que oyes de los catadores». En cuanto a las ventas de la jornada, no era muy optimista debido al tiempo. Señalaba también que esta feria extraordinaria no es la mejor para vender queso, y que la cercanía de Gabiria y la comida en la que se reunen pastores y queseros son otros importantes alicientes.

Los premios también son buenos acicates y de eso saben muy bien los del caserío Txillarre de Elgoibar, que ayer repetían con el primer puesto del concurso de verduras de la plaza Jose Miguel Barandiaran. El segundo premio fue para el caserío Muno del barrio Ibaeta de Donostia, que acudía a Odizia por cuarta vez, y muy bien acogido por su matriarca Kontxi Zinkunegi. Al frente de un gran puesto en el que también tenía fruta, Zinkunegi se quejaba de la lluvia y de su repercusión en las ventas.

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