«Hay veces que, al ver que eres mujer conductora, se envalentonan más»
La Diputación de Gipuzkoa elabora el primer protocolo de actuación contra la discriminación o el acoso sexual en los autobuses de Lurraldebus
«Seguras y respaldadas», también en los autobuses. La Diputación foral de Gipuzkoa ha comenzado a elaborar el primer protocolo contra las agresiones machistas en ... los autobuses. Para ello, invita a las usuarias de Lurraldebus a participar en la elaboración de esta nueva herramienta con el fin de obtener una fotografía de la realidad que viven las mujeres en los autobuses y erradicar cualquier situación de discriminación, acoso sexual o acoso contra la libertad sexual en estos espacios.
Según explicó este miercoles en rueda de prensa la diputada del departamento de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio, Azahara Domínguez, «este protocolo es un paso más a favor de la igualdad real entre hombres y mujeres, ya que busca que el transporte público, en este caso los autobuses de Lurraldebus, sean espacios donde las mujeres nos sintamos seguras». Además, esta herramienta, que se establece también como canal de denuncia, ofrece a los y las conductoras un marco de respuesta ante los casos de violencia machista que pudieran producirse en los vehículos, y contribuir a dar una mejor y más rápida respuesta a la atención que reciban las víctimas en primera instancia.
«Te lanzan miradas o se escuchan comentarios como 'mujer tenías que ser»
Amaya Chaurreau
Conductora
«Este protocolo nos va a ayudar a no tener miedo a denunciar actitudes machistas»
Ana Molina
Usuaria
La conductora de Lurraldebus Amaya Chaurreau, que aportó su testimonio durante la rueda de prensa, explica que «tener un protocolo o modo de actuación definido nos hace sentir más seguras y respaldadas, porque en ciertas situaciones no sabemos hasta donde podemos llegar, ya que trabajamos de cara al público y estamos un poco limitadas». A lo largo de sus 15 años de trayectoria profesional en este sector reconoce que ha vivido situaciones de discriminación, y aunque se dan «muchísimo menos que antes» aún «hay que hacer hincapié porque siguen existiendo». «Te lanzan muchas miradas y los típicos comentarios de 'mujer tenías que ser' o 'para ser mujer conduces muy bien'», detalla. También se ha visto «desprotegida» en determinadas situaciones como «una vez que había una pareja discutiendo, él acabó metiéndose conmigo y tuve que para el autobús y llamar a la Ertzaintza. Lo pasas un poco mal y al no tener ningún tipo de herramienta para actuar te sientes un poco atada», afirma esta trabajadora, que reconoce que los momentos más conflictivos son «sobre todo en fiestas, cuando la gente se pasa con el alcohol y al ver que eres chica se envalentonan más».
Como usuaria del servicio de Lurraldebus, Ana Molina también destacó la «importancia de contar con un protocolo que nos proteja en cada trayecto. Además, como mujer inmigrante, muchas veces nuestra procedencia nos deja más vulnerables a comportamientos machistas y violentos. Yo no los he vivido en primera persona pero sí los he presenciado y esta herramienta nos va a ayudar a no tener miedo a denunciarlos. Además, como se va a formar al personal, nos vamos a sentir más protegidas porque no van a tolerar ninguna agresión machista».
Para poder recoger las experiencias y comprender las necesidades de las personas usuarias, se ha elaborado un vídeo que ya se proyecta a en las pantalla de los autobuses, en el que se pide rellenar un cuestionario de 18 preguntas al que se puede acceder a través de un código QR. Además, a fin de salvar la brecha digital, se han elaborado más de un centenar de cuestionarios a pie de calle. «Necesitamos que nuestras usuarias y trabajadoras se encuentren cómodas y seguras cuando acceden al transporte público. La violencia contra las mujeres es una de las más contundentes formas de desigualdad y requiere del compromiso tanto de las instituciones públicas como de los agentes privados para continuar avanzando en su erradicación», ha destacado la diputada.
A su vez, este protocolo pretende no solo ser un canal de denuncia sino «establecer medidas preventivas para que ninguna mujer se sienta agredida», según añade Nerea García, técnico de la consultora Ereinn y encargada de acompañar a la Diputación en la elaboración de este mecanismo de actuación. En estos momentos, se encuentra en las primeras fases de desarrollo y «en estas primeras entrevistas se está viendo que es importante no solo el trayecto sino el mismo espacio de espera».
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