Cuando ir de tiendas es misión casi imposible
Cristina Pérez visibiliza los problemas de las mujeres con discapacidad física
Desde hace unos años, la asesora de imagen Cristina Pérez monta su propio «especial de Navidad», como lo define. 'Presumidas by Kris' ... es un proyecto que surgió para que personas que no cumplen con unos rasgos físicos estereotipados «también se puedan sentir modelos por un día», y cuando se acercan las navidades organiza una jornada dedicada a los colectivos que lo tienen más difícil. «Se ha convertido en una especie de tradición solidaria», comentaba ante el salón Wellington del Hotel Londres, donde ayer se reunió con sus siete modelos para vestirlas, maquillarlas, fotografiarlas y terminar con un lunch.
Este año han sido asociadas de Elkartu, la entidad guipuzcoana para la integración y participación social del colectivo de personas con discapacidad física, las que han participado. La trabajadora social Rosa Ugalde indicaba que «la experiencia está siendo súper positiva».
La iniciativa de Cristina Pérez se enmarca perfectamente con la labor que desde la asociación están realizando con la Casa de la Mujer de Donostia para trabajar en la autoestima de sus asociadas. «La idea de Cristina es muy buena. Ayuda a que estas mujeres puedan descubrir sus propias capacidades y sirve para mostrar lo bueno que tiene cada persona».
El de ayer fue un día intenso, y antes de llegar a él ha habido mucho trabajo. Cristina Pérez ha experimentado las mismas sensaciones que estas mujeres con discapacidad funcional se encuentran a diario cuando quieren comprarse un vestido, un abrigo o unas zapatillas. Por eso, «quiero hacer ruido, visibilizar los problemas a los que se enfrentan cuando quieren hacer algo que para el resto de las mujeres resulta muy cotidiano».
Múltiples escollos
Ir de tiendas se convierte para mujeres con discapacidad funcional en toda una aventura; en muchas ocasiones es una misión casi imposible y por eso suelen desistir. El primer escollo está en la entrada al establecimiento, donde generalmente siempre hay un escalón que, aunque sea muy pequeño, siempre dificulta el acceso.
A continuación, requieren que una dependienta les atienda porque desde la silla de ruedas no pueden alcanzar muchas prendas. «Aquí es cuando se pueden volver a frustrar porque no pueden desarrollar su propio estilo, muchas prendas no se adaptan a sus cuerpos», comenta la asesora de imagen. La última etapa de esta dura yincana es entrar al probador, que en la mayoría de los casos es muy reducido. «Por primera vez desde que he puesto en marcha este proyecto he tenido miedo de no poder terminarlo. He tardado más que en otras ocasiones, pero si se quiere se puede», resumía ayer con la satisfacción del trabajo bien hecho y reclamando más colaboración de comercios y entidades.
La diseñadora gráfica Maier King representaba ayer esa labor de Cristina Pérez. «No soy de ir de tiendas, ni ver escaparates y tampoco de maquillarme, aunque sí de cuidarme la piel, depilarme... Me animé porque se trata de algo que nunca había hecho, de vivir una experiencia. Me he sentido como una persona más, sin ninguna discriminación. Es un pasó más para la igualdad de las personas con discapacidad funcional», explicaba poco antes del lunch, luciendo un vestido sin mangas verde aguamar y negro y maquillada por Itzi Gonzalo, peinada por Ainara Murcia y fotografiada por David Vicente. También han colaborado Pienso en Dulce, Izaskun Gardy y Jon Lander Moreno.
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