Estos días se habla mucho de la nueva generación de telefonía móvil, la 5G. Circulan algunas ideas conspiranoicas que, en mi opinión, son auténticas tonterías, ... pero no quiero hablar de ellas, sino de las principales ventajas reales que nos traerá. Las grandes novedades de la telefonía 5G son su velocidad, la latencia y la densidad de dispositivos.
En cuanto a la velocidad, una película full HD se descarga en tres segundos. La latencia es el retardo que se produce desde que la señal se emite hasta que se recibe. En 5G la latencia es muy pequeña, lo que permite nuevas aplicaciones. Por ejemplo, hoy en día realizar una operación de cirugía a distancia, con la ayuda de un robot, exige comunicaciones especiales. Con 5G, un cirujano de, digamos, Donostia podrá operar a un paciente en una base ártica, a través del móvil. Lo mismo podríamos decir de conducir a distancia diversos vehículos: camiones, aviones, drones, tanques, etc.
La mayor densidad de dispositivos significa que se pueden conectar simultáneamente muchos más de los que lo hacen ahora. De esa forma podemos pensar que no van a estar conectados tan solo los terminales telefónicos, sino prácticamente cualquier cosa, como, por ejemplo, los vehículos autónomos podrán «charlar» entre ellos, con las señales de tráfico, con la carretera, etc. Podremos llevar con nosotros diversos sensores médicos que se comuniquen con el hospital en caso necesario...
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