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Un grupo de amigas espera su consumición en la terraza de Le Comidare. FOTOS LUSA

«El 'tardeo' ha venido para quedarse»

Cada vez más guipuzcoanos prefieren salir por las tardes en terrazas y pubs. También adelantan la hora de cenar y bajo reserva. Son los nuevos hábitos pospandemia

PATRICIA RODRÍGUEZ

Viernes, 23 de septiembre 2022, 06:32

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La noche no es para mí' o al menos es lo que piensan muchos guipuzcoanos a la hora de disfrutar de su tiempo de ocio. Las restricciones impuestas por el Covid han cambiado hábitos y comportamientos entre la ciudadanía y el 'tardeo' definitivamente ha venido para quedarse, cóctel mediante. El ocio nocturno es cada vez más diurno y salir por las tardes en terrazas, bares o pubs se extiende durante horas desde una comida tardía hasta la hora de la merienda o la cena.

A pesar de los malos augurios, la pandemia no ha podido con las ganas de disfrutar con la familia y los amigos aunque sí ha modificado los hábitos en el ocio, según observan hosteleros guipuzcoanos al coincidir en que el 'tardeo' se ha generalizado, así como las reservas para comer o cenar. «La gente no improvisa y prefiere asegurarse la mesa», coinciden. La hora de la cena también se ha adelantado y las terrazas y los comedores comienzan a llenarse a partir de las ocho de la tarde. Ahian Fernández, socio del restaurante Le Comidare, no es ajeno a estos cambios de hábitos en los consumidores. «Desde hace un tiempo vemos que hay más gente de 'tardeo' y también se cena mucho antes. Tenemos dos turnos, el de las 20.30 horas y el de las 22.00, y el primer turno supone el 70% de las reservas», explica el gerente de este local ubicado en el barrio donostiarra de Gros, quien se inclina por pensar que las restricciones algo habrán tenido que ver en este cambio de costumbres.

Y es que los toques de queda nocturnos desde las 23.00 a las 6.00 horas –el primero llegó en octubre de 2020 tras el periodo estricto de confinamiento– obligó a adelantar los servicios nocturnos en los restaurantes (también a acabar con la 'sesión golfa' en los cines) y llevaron a muchos a apuntarse al 'tardeo', que se revalorizó más que nunca. Discotecas y pubs adaptaron sus locales y horarios a esta forma de ocio vespertino para al menos poder subir la persiana tras los continuos cerrojazos. «Nosotros cambiamos la iluminación del local, con luces más bajas y copas hacia las siete u ocho de la tarde, una especie de 'after lunch'. Dijimos 'vamos a potenciar el tardeo' y así compensamos la época del Covid», rememora Fernández, que afirma que «ese concepto se ha mantenido. Además, «los clientes se quedan más tiempo en el mismo bar» en lugar de ir peregrinando por diferentes locales.

En el bar Sebastopol, ubicado en el centro de la capital guipuzcoana, también han notado cómo cada vez son más las personas que adelantan el comienzo de la diversión a las horas previas al crepúsculo y se apuntan a las sobremesas eternas para una retirada a tiempo. La diferencia entre empezar a tomar copas entrada la medianoche o salir a tomar algo con la luz del sol es que la fiesta empieza antes y por lo tanto, acaba antes. «El 'tardeo' es un hecho», aseguran los hosteleros.

«Más de relax»

Quienes se apuntan a unas copas por la tarde «suele ser gente más adulta, que lleva un tipo de ocio más de relax», afirma Ivan, barman de La Gintoneria de Gros, que reconoce que «ha habido un aumento de clientela en esta franja horaria», motivado por la pandemia. «Cuando comenzaron con las restricciones horarias y de movilidad, la gente empezó a salir antes pensando 'no vaya a ser que luego no nos dejen', y eso se ha quedado». Asimismo, los adeptos al 'tardeo', «entre los 30-40 años» tienen un poder adquisitivo mayor que los jóvenes que van de botellón y se pueden permitir salir a comer y, después, ir a tomarse unas copas. «Antes quizá se salía más días a la semana y ahora el tiempo de ocio es menor pero la gente demanda más calidad: comer bien en un restaurante, beber consumiciones de calidad...», opina Ivan, acostumbrado a servir cócteles y combinados premium que han venido a sustituir «a la cerveza o el vino».

No obstante, este trabajador afirma que «la noche sigue siendo espacio de socialización y sigue habiendo volumen de trabajo. La gente continúa demandando estar con sus amigos, charlando y divirtiéndose en un local».

El 'tardeo' no es el único cambio que han experimentado los hábitos de ocio pospandémicos. El horario de las cenas merece otro capítulo aparte. Según observan en muchos restaurantes del territorio, las personas que reservan mesa para las diez de la noche son 'rara avis'. Ernesto Rumbos, encargado del Asador Tximistarri, explica que «se ha adelantado la hora de las cenas y si antes se pedía para las 22.00 o 22.30 horas ahora te piden para las 9.30 horas e incluso para las ocho de la tarde. Parece que nos acercamos al horario europeo».

Otro de los hábitos consolidados después de dos años de pandemia y que ha entrado a formar parte de la nueva normalidad es el de ir a comer o cenar habiendo reservado previamente, sin dejar apenas espacio para la improvisación, según observa Ernesto Rumbos, encargado de este local hostelero en el barrio donostiarra del Antiguo. «La gente se está acostumbrando a reservar, a asegurarse más. También vemos que hay menos barra que antes y la preferencia es sentarse en la mesa. Son nuevas costumbres, como respetar más la distancia, que se han quedado entre nosotros».

En Kafe Botanika, los cambios han sido de «noches más tranquilas y más desayunos y reservas de día, sobre todo en el exterior», apuntan.

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'Tardeo', cada vez más jóvenes prefieren salir por las tardes en terrazas y pubs