Sorprenden a diez jóvenes de botellón en Oñati y sancionan a un hostelero de Astigarraga por no cerrar en hora

Botellones en la calle saltándose el toque de queda, fiestas en pisos, locales o incluso en el exterior de un caserío... El arranque de este fin de semana está siendo, como los anteriores, prolijo en incumplimientos de la normativa sanitaria. Solo la Ertzaintza ha sancionado a 56 personas por saltarse las restricciones para hacer frente a la pandemia del Covid. La mayoría de las denuncias tienen su origen en el incumplimiento de las limitaciones de movilidad nocturna, superar las agrupaciones de más de cuatro personas o beber alcohol en la calle.

En Gipuzkoa, el grueso de las denuncias se han notificado en Oñati, uno de los municipios con peor tasa acumulada, con 1.386 casos por cada 100.000 habitantes. Diez jóvenes han sido sancionados la pasada medianoche tras ser sorprendidos en una zona alejada del núcleo urbano tomando bebidas alcohólicas, según ha informado el Departamento de Seguridad.

En Astigarraga, se ha abierto un expediente sancionador a un hostelero que hizo «caso omiso» al requerimiento de que cumpliese con la normativa vigente de cierre, así como a los clientes que estaban bebiendo alcohol en el exterior, «alguno sin respetar tampoco el cierre perimetral», explica Seguridad. Situación similar se ha producido en Zaldibar con otro hostelero.

En Bilbao, han sido sancionadas 10 personas que se encontraban de fiesta en un piso turístico esta madrugada, todas ellas sin mascarilla y superando el número máximo de agrupación. También han sido sancionados otros cinco jóvenes que habían acudido a un caserío en una zona rural,en una propiedad privada sin permiso del propietario para celebrar una fiesta en el exterior. También en la capital vizcaína, un grupo de once jóvenes fueron soprendidos en un local, todos sin mascarillas.

En Barakaldo, el responsable de un bar se encontraba con la persiana bajada en el interior con tres clientes. Todos ellos fueron sancionados.

En Araba se han interpuesto una decena de sanciones a hombres y mujeres que estaban celebrando una fiesta en un piso de Vitoria, vivienda que intentaron abandonar la mitad de ellos cuando se percataron de la llegada de los agentes de la Ertzaintza.