Segura revive su tradicional procesión de Jueves Santo

Los vecinos de Segura tenían ganas de sacar las procesiones a la calle tras dos años de parón, probablemente las dos únicas ocasiones en las que no hayan tenido lugar en la localidad los desfiles procesionales ni las funciones religiosas desde principios del siglo XVII, cuando ya aparecen documentadas las procesiones de Segura.

Se temía que el paréntesis hiciera mella en la participación de los vecinos y que hubiera problemas para juntar al grupo de niños para vestir de nazarenos o jóvenes de penitentes. O que los 65 costaleros no acudieran a la cita de todos los años para llevar los pasos de imágenes. No ha sido así. La gente ha respondido y la procesión de Jueves Santo se celebró como siempre, lleno de belleza y religiosidad, y cientos de personas presenciaron el desfile en respetuoso silencio.

A las 5 de la tarde salieron del ayuntamiento los pasos vivientes que forman la procesión y entraron a la iglesia de la Asunción, donde dio comienzo la Misa de la Ultima Cena. Al terminar la ceremonia salió la procesión, encabezada por los txistularis . Con las calles que llevan a la iglesia llenas de gente, desfilaron los pasos de San Joan Evangelista, La Oración del Huerto, La Flagelación, Ecce Homo, Cirineo, Cristo Crucificado, La Piedad y La Virgen. Junto ellos, los niños nazarenos, dos grupos de penitentes y la tropa de los soldados romanos.

El desfile procesional de Segura destaca por un cuidado diseño de todos los pasos, por la belleza de los fondos escultóricos y por la participación de los vecinos. La belleza artística de las imágenes de talla natural y policromadas se pudo observar en la imagen más valorada de la procesión y la primera en desfilar, el paso de San Joan Evangelista. O en la imagen de la Oración del huerto.

La composición de los pasos vivientes luce mucho en la procesión, sobre todo en la tropa de los soldados romanos. Los trajes y la marcha militar con las cornetas y tambores llaman mucho la atención. El paso de los penitentes impresiona por sus capirotes y los niños nazarenos son la parte más amable del desfile procesional.

El Viernes Santo se celebra de forma especial en Pasaia. Una oportunidad para todos los guipuzcoanos de presenciar un acto en el que se funden música, escenario y los pasos de imaginería. Durante la tarde de Viernes Santo se celebra en la parroquia de Pasajes San Juan una liturgia de Pasión y Muerte del Señor, tras la cual sale a la calle la Procesión del Santo Entierro, que parte desde la iglesia y va hasta la plaza Santiago.

La sinuosa y estrecha calle por la que desfila la procesión hace de este un acto especial en la localidad. En ella salen siete pasos, considerados de los mejores de Gipuzkoa. Además, a lo largo del desfile, cientos de lamparillas de aceite iluminan el paso por los túneles de la única calle Donibane.

La Procesión del Silencio se cuela en la programación de Viernes Santo de Hondarribia. Tras la misa, 'Jaungoiko hartzaileak' se colocan en torno al cristo y recorren las calles de la localidad custodiados por los romanos. El Domingo de Resurrección o de Pascua, las calles de Hondarribia vuelven a llenarse para revivir la caída de los romanos al conocer la resurrección de Jesús y el encuentro con la Virgen, llamado 'ttopara'.

Poco antes de las 10.00 de la mañana, los soldados que custodiaron el viernes la procesión, golpean el suelo con sus lanzas en dirección a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano. Allí escuchan el Evangelio y al saber de la resurreción de Jesús caen fulminados. El capitán intenta levantarse, pero cae definitivamente y el pueblo canta a Jesús resucitado. Entonces se procede al ttopara.

El Lunes de Pascua se celebra en Guadalupe un mercado de alimentación en el que habrá trikitilaris. Durante el día habrá bertsolaris y herri kirolak.

En Costa Urola también sobrevive ñla tradición de las procesiones. Al menos, en Azkoitia. Este miércoles por la tarde, acompañados del 'Dun dun' de las campanas de la parroquia de la localidad, se llevaron las imágenes y pasos de la procesión de Viernes Santo a la iglesia, donde pueden verse hasta entonces.

Tras empezar el día con el Via Crucis y la tarde con la misa de la Pasión y Muerte del Señor y la procesión, por la noche los balcones se iluminron con velas para la segunda procesión de Viernes Santo. La banda municipal avanzó al son de la marcha fúnebre de Chopin, que acompaña a los romanos en su paso por Azkoitia. A ellos se sumaron el 'Arcángel San Miguel', encarnado por Luis Sudupe, que se viste con armadura y casco para recorrer el itinerario portando una espada y realizando una danza. La procesión tomó rumbo a la ermita de San Francisco de Asis, donde los vecinos cantan el 'Agur Maria' de Aldalur.

Alas 12.30 horas de este juevs ha tenido lugar la visita guiada 'Parroquia e Imágenes de Semana Santa'

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