Consulta las procesiones de Semana Santa

Algunas, además de retomar la tradición, introducen algunas importantes novedades. Es el caso de Segura. Por primera vez en su historia, la figura del arcángel San Miguel será interpretada por una chica, la joven Sara Izagirre, de 14 años, que se muestra «contenta» de poder participar en uno de los papeles más destacados de la procesión de Viernes Santo. «Estoy ensayando el baile con la espada y el escudo», cuenta. Reconoce estar «nerviosa» y con ganas de que llegue el viernes. «Tardarán tres horas en vestirme porque el traje lleva muchas capas», explica. Ella es una de las 300 personas del municipio que participa en las dos procesiones. «Este año se nota que la gente está con ganas», dice Laureano Tellería, organizador de la procesión. «Han venido muchos jóvenes a echar una mano en los preparativos».

Hondarribia recupera su Procesión del Silencio la tarde del Viernes Santo, que discurrirá por las calles antiguas de la villa tras los actos litúrgicos en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano. La otra jornada marcada en el calendario es el Domingo de Resurrección con la representación de la caída de los romanos en el interior de la iglesia. «Se nota que hay mucha ilusión por revivir la tradición», comenta Rafael Olaizola, el párroco.

En Azkoitia, la Procesión del Santo Entierro se recuperará este Viernes Santo. Sus pasos se dirigirán a la ermita de San Francisco de Asís, custodiados por media docena de romanos y un centurión. La luz de las velas encendidas en los edificios cercanos guiará su camino.

La ilusión e incertidumbre se ha apoderado a lo largo de las últimas semanas de quienes se encuentran al frente de estos actos litúrgicos. Así lo asegura Aitor Ugarte, uno de los organizadores de la procesión del Santo Entierro de Pasai Donibane, la única en toda Euskadi que ha sido declarada acto de interés turístico por el Gobierno Vasco.

En el paréntesis obligado por la pandemia, algunos costaleros han optado por dejar de participar. «Este tiempo ha supuesto un punto de inflexión. Si este año no la recuperábamos, corríamos el peligro de no volver a hacer nunca más. Hemos tenido que empezar con más tiempo a organizarla para, entre otras cosas, lograr la gente que necesitábamos. El número de participantes es de un centenar. Por suerte, hemos conseguido superar el reto», suspira aliviado Ugarte.

Han cubierto las bajas otros sanjuandarras e integrantes del grupo Gurutzeaga del barrio donostiarra de Aiete. Además, como novedad, han incrementado la presencia de las mujeres. Si estas se encargaban los últimos años de portar sobre sus hombros la imagen de La Dolorosa, a partir de ahora también llevarán la que representa a San Juan Evangelista.

«No es fácil hacerlo», reconoce Marian Garmendia, una de las pioneras en ejercer de costalera en la población. «Debemos bajar la imagen casi hasta el suelo para atravesar los túneles del casco antiguo y luego, volverla a subir, con cuidado de que no se mueva la almohadilla que llevamos en el hombro. Así, una y otra vez. Además, debemos esquivar los cables de electricidad que cruzan por lo alto, de un lado a otro, la calle», explica esta sanjuandarra, mientras se ocupa, junto a sus compañeras, de preparar el atuendo de los pasos-esculturas de imaginería. Otra de las novedades de este año es que La Dolorosa estrenará vestimenta, una saya confeccionada a medida en Sevilla con un diseño ideado en terciopelo granate, profusamente bordado con hilo dorado.

Por otra parte, Hernani retoma su Vía Crucis en la mañana del Viernes Santo, un recorrido desde la parroquia de San Juan Bautista que se inicia a las 8.30 horas y que discurre hasta la cima del monte de Santa Bárbara. En silencio y tras la cruz, los muchos hernaniarras que toman parte realizarán las obligadas paradas en las estaciones para orar en cada una de ellas.

En Donostia también se celebrará el Vía Crucis a Urgull. A las ocho de la mañana los fieles caminarán hasta la iglesia de Urgull para recordar el calvario y la muerte de Cristo. No se espera que acuda a las celebraciones de esta Semana Santa monseñor Francisco Pérez, el administrador apostólico de la Diócesis de San Sebastián.