Cuando los robots hacen trabajos físicos que requieren alta potencia o deben trabajar durante muchas horas seguidas, uno de los problemas es el calentamiento. Los ... metales conducen bien el calor, por lo que en los robots metálicos hay soluciones relativamente sencillas para enfriarlos. Sin embargo, hay un tipo de robots blandos, lo que los hace muchos más flexibles, pero que no son metálicos, por lo que enfriarlos resulta muy difícil.
En un trabajo, cuyo autor principal es Rob Shepherd de la universidad de Cornell, publicado el día 29 del mes pasado en la revista 'Science Robotics' se ha encontrado una solución que imita a la naturaleza. Los mamíferos nos enfriamos mediante la sudoración. Y esa es la solución que han desarrollado, han hecho que el robot sude. Mediante sofisticadas técnicas de impresión 3-D han creado materiales que podríamos llamar esponja inteligente. El material retiene agua en su interior y en la superficie tiene poros por los que el agua puede salir, al hacerlo se evapora y produce el enfriamiento.
Lo verdaderamente novedoso es que esa «esponja inteligente» tiene unos poros que se abren y cierran de acuerdo con la temperatura. Más temperatura, dejan salir más agua. Menos temperatura, menos agua. Es decir, que la temperatura se regula automáticamente, sin necesidad de sensores ni ventiladores. Es una excelente solución para los robots flexibles que hacen trabajos pesados, aunque presenta dos inconvenientes, el primero es que resta movilidad y el segundo que hay que suministrarle agua.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión