Retiran del mercado una partida de quesos elaborados en Aia por un caso de meningitis en Madrid

Según el sindicato Enba, aunque la cooperativa Oihan Txiki tiene su sede social en Orexa, el lote de quesos retirado se habría elaborado en una «quesería de Aia alquilada por la cooperativa».

Los organismos públicos encargados de la investigación de este caso, y como medida de precaución, aconsejan a las personas que tengan en su domicilio algún envase de estos productos «se abstengan de consumirlo y acudan a un centro sanitario en caso de haberlo hecho y presentan alguna sintomatología no habitual».

Oihan Txiki Kooperatiba «lamenta profundamente lo ocurrido» y muestra «su preocupación por la persona afectada», según indican en una nota de prensa. La empresa explica que «ha identificado las partidas enviadas a los distribuidores para su inmovilización y ha recogido muestras de los quesos mencionados para su análisis. Al mismo tiempo se ha informado sobre el caso a las autoridades sanitarias y se han facilitado los informes y las análiticas pertinentes». Por último, añaden que «están en contacto directo con el departamento de Salud del Gobierno Vasco para poner a su disposición toda la información sobre nuestros procesos industriales y controles de calidad».

Esta meningitis por Listeria monocytogenes es una enfermedad que se contagia «a través de la comida contaminada», explica Pepa Muñoz, experta en enfermedades infecciosas y miembro de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao. Habitualmente la comida contaminada puede ser de origen vegetal o animal y normalmente no suele estar cocinada.

La doctora especifica que «es una enfermedad muy poco frecuente». Además recalca que «en personas sanas la forma que habitualmente adopta es la de una gastroenteritis, que suele manifestarse entre las 6 horas de la ingesta del alimento contaminado y hasta 10 días después del día del consumo. Creo que es muy importante recalcar que suele pasar de forma desapercibida y que los afectados no suelen acudir ni al hospital». Las personas afectadas por esta intoxicación alimentaria suelen pasar dos días con fiebre y gastroenteritis. «Y no va más allá», explica.

Eso sí, reconoce que en contadas ocasiones puede adoptar formas más complejas a la hora de ser tratada, siendo la más grave «la meningitis». No obstante, cogida a tiempo tiene tratamiento. «El diagnóstico se hace teniendo en cuenta lo que ha comido el paciente, dónde ha viajado en los último días y se pone un tratamiento fácil, de uso habitual y con pocos efectos secundarios», dice la doctora.

Sí que hay una población de riesgo a la que esta intoxicación puede afectar con más virulencia. Con esta contaminación microbiológica deben tener más precaución y acudir a un centro sanitario «las mujeres embarazadas en el tercer trimestre de gestación, ya que pudiera tener problemas el bebé, pero no la madre. Y también podrían tener afecciones más severas aquellas personas que tienen enfermedades de base como por ejemplo un linfoma y una leucemia, tumores sanguíneos, los transplantados, las personas mayores de 65 años y los recién nacidos. Con ellos sí que hay que ser más rápido en el diagnóstico», asegura.