Colas y falta de papel higiénico en los supermercados de Gipuzkoa

Los supermercados de Gipuzkoa no son ajenos al estado de alerta sanitaria decretada por el Gobierno Vasco este viernes. Son muchos los guipuzcoanos que se preparan para un posible confinamiento y han aprovechado esta mañana para hacer acopio de alimentos. La situación más sorprendente ha tenido lugar en el Mercadona de Irun, donde una persona ha regulado la entrada de clientes a primera hora, ante la avalancha de compradores que se han registrado en el supermercado.

El local ha abierto sus puertas a las 9.15 horas y hacia las 10 ya había estanterías vacías, aunque los trabajadores no han parado de reponer los productos y el suministro está garantizado.

La estampa que ha dejado el establecimiento de Irun no se corresponde con la realidad que han vivido la mayoría de tiendas de alimentación de gran tamaño en la mañana de este viernes. Por ejemplo, el Mercadona de la zona de Belartza no ha llegado a experimentar la misma situación que el irundarra. El local ha recibido la visita de muchos clientes a lo largo de la mañana, pero sin llegar a formar colas en el exterior del comercio.

El Lidl de Hernani, el más grande de todo Gipuzkoa, tampoco ha tenido que adoptar medidas excepcionales como regular la entrada de clientes a la tienda. Eso sí, el goteo de usuarios ha sido constante durante la mañana. Las cajas no han tenido un respiro, mientras los compradores esperaban pacientemente su turno de pago en colas no excesivamente largas. En este local sí que se ha podido apreciar carencia de algunos productos como leche o carne, pero desde el comercio lo achacan a la falta de personal para reabastecer las estanterías vacías y no tanto al desabastecimiento de suministros.

En el BM del Paseo Oriamendi de Donostia también llamaba la atención comprobar los estantes del papel higiénico y la leche prácticamente despejados. «¡Qué barbaridad!», exclamaba sorprendida una mujer a su paso por el pasillo donde tenía que encontrarse el papel higiénico. Las legumbres y la pasta son otros de los alimentos que también estaban siendo muy demandados por los consumidores. Este local ha decidido suspender temporalmente los envíos a domicilio ante la imposibilidad de atender las solicitudes.

Una imagen similar presentaba el Super Amara del barrio del Antiguo, también muy concurrido durante la jornada matinal y con todas las cajas abiertas atendiendo clientes sin respiro. El responsable de Márketing de Super Amara, Alfonso Reiriz, hacía un llamamiento a la calma asegurando que los almacenes guardan suministros suficientes como para evitar el desabastecimiento. «Desde el martes ha comenzado a venir más gente», reconocía Reiriz que también daba cuenta de la histeria colectiva que ha surgido con el papel higiénico. «Un hombre se llevó el otro día cinco paquetes con 32 rollos cada uno», declaraba un atónito Reiriz.

La conclusión de los encargados de los establecimientos cuestionados es que no existe peligro de desabastecimiento y la imagen de las estanterías vacías tiene que ver más con la «falta de manos» para reponer en cada momento los artículos agotados a simple vista. Desde la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados se ha visto en la obligación de lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía. «El abastecimiento en las tiendas está perfectamente garantizado, pero los consumidores deben seguir utilizando el sentido común en sus compras».