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María Prieto O'Mullony es jugadora del Super Amara Bera Bera y ha superado recientemente una hernia discal. Juan antonio garaikoetxea
María Prieto O'Mullony: «Me he recuperado muy bien, rápido y sin dolores»
Aula de salud

María Prieto O'Mullony: «Me he recuperado muy bien, rápido y sin dolores»

María Prieto O'Mullony | Jugadora de Super Amara Bera Bera ·

María Prieto O'Mullony fue operada en mayo con técnicas mínimamente invasivas por el equipo de neurocirugía del Dr. Nicolás Samprón en Policlínica Gipuzkoa

Mirari gómez

Jueves, 26 de noviembre 2020, 06:59

Vuelven las Aulas de Salud. Y lo hacen en un formato híbrido, adaptado a la nueva realidad e igualmente atractivo, mediante el cual la charla se podrá seguir tanto presencialmente, garantizando todas las medidas de seguridad entre los asistentes, como online, a través del canal de Youtube del Aquarium y con una tecnología que permitirá seguirlo y participar en tiempo real.

Organizada por Policlínica Gipuzkoa y bajo el título 'El futuro de las intervenciones neurológicas en 3D', el evento de esta tarde contará con la participación del neurorradiólogo Alexandre Lüttich y el neurocirujano Nicolás Samprón. Precisamente fue el equipo de este último doctor el encargado de intervenir hace casi medio año a María Prieto O'Mullony, jugadora de Super Amara Bera Bera, de una hernia discal. Recuperada de su dolencia, esta zamorana de 23 años ya se ha reincorporado a la actividad deportiva y ha accedido a contar su experiencia.

-¿Cómo y cuándo empezó su problema de espalda?

-Fue en febrero, disputando un partido. Recibí un empujón en el aire que me hizo caer hacia atrás y enseguida sentí un latigazo y un pinchazo muy grandes en la espalda. Los días siguientes fueron horribles, con grandes e inaguantables dolores que me bajaban por la pierna izquierda y por los que no podía casi ni caminar.

-¿Cuándo le diagnosticaron la hernia?

-La misma semana de recibir el golpe me hicieron una resonancia y a las dos semanas me dieron el resultado. Tenía un disco vertebral desplazado hacia el lado izquierdo que me pinzaba el nervio ciático, lo que me provocaba los dolores.

-¿Qué pronóstico y tratamiento le plantearon?

-Comenzamos, como es habitual en estos casos, con un tratamiento conservador que consistía en realizar ejercicios para fortalecer la espalda, sin dañarla. Pero no funcionó, y tampoco lo hicieron las infiltraciones y bloqueos epidurales. Fue raro y rompí todos los pronósticos porque lo normal en una persona de mi edad es obtener buenos resultados con esos tratamientos. Me decían que tendría que haber notado muchísima diferencia y mejora, pero la realidad es que no notaba nada.

«Fue genial, muy rápido y cómodo. La primera consulta fue un jueves y el miércoles siguiente pasé por el quirófano»

«El Dr. Samprón me dio el alta médica a los dos meses, en la revisión, y a partir de ahí ya podía en teoría hacer vida normal»

-¿Cuándo se decidió a pasar por el quirófano?

-En cuanto pasó la primera gran crisis de la pandemia y se restablecieron las consultas acudí a Policlínica Gipuzkoa. Habían pasado dos meses desde el golpe y sin notar mejora con los tratamientos conservadores en tanto tiempo, el Dr. Samprón me planteó la operación como solución al problema. Me recomendó realizar una intervención sencilla llamada microdiscectomía y tras consultarlo con el club, que me apoyó firmemente en la decisión, accedí a operarme.

-¿Qué se le pasó por la cabeza? ¿Vio la operación con buenos ojos?

-Confié plenamente en lo que me dijo el doctor y en las garantías de la operación. Llevaba meses encerrada en casa aguantando unos dolores terribles, porque coincidió todo con el confinamiento más estricto, y sin resultados con los tratamientos probados. Con la operación empecé a ver la luz al final del túnel, me alivió saber y asimilar que la intervención iba a ser el primer paso de mi recuperación.

-Y, ¿cómo fue la experiencia con el Dr. Samprón y su equipo?

-Genial, la verdad, todo muy rápido y cómodo. Recuerdo que esa primera consulta en la que me planteó la operación fue un jueves; el lunes me realizaron las pruebas preoperatorias y la PCR y el miércoles pasé por el quirófano. En apenas una semana se me solucionó todo.

-¿Cómo fue la operación? ¿Requirió ingreso?

-Estuve dos noches ingresada en una planta con poquísima gente y, por suerte, pude estar acompañada por mi madre. Se permitía una visita por habitación y, obviamente, era obligatorio estar todo el rato con mascarilla.

-¿Qué tal el postoperatorio?

-Al principio con mucho respeto porque la espalda es el eje de todo el cuerpo y me sentía de cristal, que cualquier movimiento podía romperme. En esos primeros días andaba lento, con dificultad, pero después todo mejoró y enseguida empecé a hacer los ejercicios que me recomendó el doctor.

-La recuperación, ¿qué tal ha ido? ¿Le marcaron algún plazo?

-Por mi condición de deportista comencé a ir a un readaptador deportivo y la verdad es que me he recuperado muy bien y muy rápido, sin tener dolor en ningún momento. Desde el principio me trasladaron que la recuperación no tendría que ser complicada, con un plazo de estimación de seis meses, pero lo cierto es que he tardado menos de lo esperado. El Dr. Samprón me dio el alta médica en la revisión, a los dos meses, y a partir de ahí ya podía teóricamente hacer vida normal. Pero como mi vida es el balonmano, tuve que continuar con la recuperación deportiva hasta conseguir en otros dos meses en alta deportiva.

-Por lo tanto, ¿volvió a su rutina cuatro meses después la operación? ¿Con qué sensaciones?

-Así es, conseguí volver antes de tiempo y estar bien, que es lo realmente importante. La reincorporación deportiva fue muy progresiva. Al principio me daba mucho respeto, pero empecé poco a poco con trabajo individual y notando que la espalda iba bien. Cuando me reincorporé al equipo tenían más miedo mis compañeras de hacerme daño que yo misma.

-A día de hoy, ¿cómo se encuentra físicamente?

-Totalmente integrada en el equipo y a pleno rendimiento, aunque obviamente no estoy al 100%. Me encuentro bien, estoy haciendo las cosas con tiempo y voy a mejor. Si echo la vista atrás, recuerdo la operación y la recuperación posterior con positividad, como un reto deportivo superado.

-No ha sido la primera lesión de su carrera deportiva...

-No, he tenido rotura del ligamento cruzado y los dos meniscos de la rodilla izquierda. Las lesiones siempre llegan cuando menos te lo esperas y llevo dos bastante seguidas, pero saco en positivo que me han reforzado psicológicamente, aprendiendo a afrontar los problemas personales y deportivos con otra filosofía, y celebro también que mi cuerpo las ha superado bastante bien. Me quedo con lo bueno, pero eso sí, a 2021 le pido un año tranquilo, sin lesiones y poder volver a sentirme bien.

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