«Recuerdo el día en el que me convertí en la primera vacunada con emoción»
Bernardina Escudero, usuaria de la residencia Cáser Betharram de Hondarribia, inauguró la campaña de inoculación en Gipuzkoa el 27 de diciembre de 2020
El 27 de diciembre de 2020 Bernardina Escudero, que ahora tiene 89 años, se convirtió en la primera guipuzcoana en recibir la vacuna contra ... el coronavirus. Fue un momento histórico. «Recuerdo ese día con mucha emoción y alegría», asegura esta usuaria de la residencia Cáser Betharram de Hondarribia, que se puso la dosis contra el Covid-19 bajo la atenta mirada de decenas de cámaras y compañeros del centro, así como trabajadoras de la residencia. «Con esto se acaba todo», exclamaba en aquel momento emocionada esta oiartzuarra. En parte, no le faltaba razón. Ha vivido diferentes olas de contagios desde entonces, pero la vida en las residencias de mayores dio un giro de 180 grados tras la campaña de vacunación. La inmunidad permitió flexibilizar algunas de las medidas. Tres años después, «ya tengo puestas las cuatro dosis», apunta Bernardina desde el centro de mayores donde reside. En parte, gracias a esa protección «este año lo hemos vivido mucho más tranquilo y con normalidad».
Publicidad
La dosis que recibió fue la de Pfizer-BioNTech. La tan esperada vacuna llegó por primera vez a la residencia Cáser a las 11.54 horas del 27 de diciembre de 2020 desde el Hospital Universitario Araba-Txagorritxu. Lo hizo en una furgoneta de la Distribuidora Farmacéutica de Gipuzkoa (DFG) escoltada por un vehículo de la Ertzaintza. Eran 180 dosis que una persona se encargó de introducir en el centro. Venían en una pequeña nevera azul, listas para ser inoculadas. La elegida para la inauguración de la campaña, que después se prolongó en centros sanitarios y cuerpos policiales, fue Bernardina Escudero.
Al mismo tiempo que ella se inoculaba en Hondarribia, Begoña del Olmo, en el centro Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) de Elorrio; y Consuelo Landa, en la residencia vitoriana de Ajuria, se proclamaban junto a ella las primeras vacunadas de todo Euskadi. Tres mujeres que sumaban 258 años de vida y esperanza, pese a haber vivido todo tipo de retos, cada cual más duro, hasta verse aisladas en la residencia durante meses por riesgo de brote de coronavirus.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión