Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
La casa rural Haizeaberri de Aizarnazabal, donde mataron a la víctima. morquecho
Homicidio de Aintzane Pujana: Reconstrucción de un crimen atroz en Aizarnazabal

Homicidio de Aintzane Pujana: Reconstrucción de un crimen atroz en Aizarnazabal

Salen a la luz nuevos detalles sobre el homicidio de Aintzane Pujana, como que los acusados la golpearon antes de matarla

Aiende S. Jiménez

san sebastián.

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 24 de enero 2021

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El de Aintzane Pujana es sin duda el crimen más terrible que se ha cometido en Gipuzkoa en los últimos años. Los dos acusados del homicidio, un varón de 24 años y una mujer de 23, la mataron presuntamente la madrugada del 2 de enero en su vivienda en Aizarnazabal y después abandonaron el cadáver junto al río. Dos días después el cuerpo sin vida de la mujer, que presentaba signos de violencia, fue hallado por unos operarios. La investigación comenzó por el entorno más cercano de la víctima, los detenidos, que vivían con ella desde principios de diciembre. Con total frialdad, se mostraron colaboradores con la Ertzaintza, que poco a poco fue estrechando el cerco sobre ellos a través de las numerosas pistas que les señalaban como autores de los hechos. La investigación descubrió además que no solo habrían matado a la víctima con especial brutalidad, sino que la tenían retenida a la fuerza y que la explotaban sexualmente.

La discusión. El origen de la agresión mortal estuvo en una fuerte pelea que los acusados mantuvieron con la víctima el 1 de enero. Fuentes cercanas a la investigación explican que los tres se encontraban en Azpeitia, localidad a la que se habían trasladado para acudir a casa de un cliente con el que habían pactado un encuentro sexual con Aintzane, cuando se produjo la discusión, relacionada con esa coacción a la que era sometida la víctima. En ese momento se produjo una primera agresión, en la que los acusados presuntamente la golpearon y después la trasladaron de nuevo a su casa, en el agroturismo de Haizeaberri.

El crimen. Una vez en la casa, los acusados presuntamente decidieron acabar con la vida de la donostiarra. Esta presentaba al menos seis heridas de arma blanca en su cuerpo, pero fuentes relacionadas con el caso explican que antes de apuñalarla la ataron con unas bridas y trataron de acabar con su vida estrangulándola. Los presuntos homicidas la acuchillaron para asegurarse de su muerte. Era la madrugada del 2 de enero. La pareja cargó el cadáver de la mujer en su coche y condujo apenas 500 metros hacia la ribera del río Urola, donde abandonaron el cuerpo en una zona de matorrales del barrio de Etxabe.

La discusión se inició en Azpeitia, cuando llevaban a la víctima a un encuentro sexual con un cliente

DETONANTE

Los acusados la golpearon, la estrangularon y se cercioraron de su muerte acuchillándola varias veces

BRUTALIDAD

Habían explotado sexualmente al menos a otra mujer, a la que daban palizas si se negaba

ANTECEDENTES

Deshacerse de pruebas. Una vez dejaron el cuerpo, se dirigieron a un aparcamiento situado junto a la N-634, entre Getaria y Zumaia, se bajaron del coche, y arrojaron algunos objetos al mar. En ese momento, una patrulla de seguridad ciudadana de la Ertzain-Etxea de Zarautz que circulaba por la carretera de la costa vio a la pareja y procedió a identificarles, ya que se encontraban de madrugada en la vía pública sin justificación, incumpliendo el toque de queda por el Covid-19. Los agentes comprobaron que la pareja viajaba con un perro, que después se supo que era la inseparable mascota de Aintzane Pujana. La Ertzaintza cree que entre los objetos arrojados al mar se encuentra el arma homicida, un cuchillo cuya funda se halló días después en esa misma zona.

Los acusados comprando productos de limpieza en Tolosa..Momento en el que la pareja es detenida en Aizarnazabal. La víctima, Aintzane Pujana, tenía 32 años y era natural de San Sebastián. Ertzaintza / Michelena
Imagen principal - Los acusados comprando productos de limpieza en Tolosa..Momento en el que la pareja es detenida en Aizarnazabal. La víctima, Aintzane Pujana, tenía 32 años y era natural de San Sebastián.
Imagen secundaria 1 - Los acusados comprando productos de limpieza en Tolosa..Momento en el que la pareja es detenida en Aizarnazabal. La víctima, Aintzane Pujana, tenía 32 años y era natural de San Sebastián.
Imagen secundaria 2 - Los acusados comprando productos de limpieza en Tolosa..Momento en el que la pareja es detenida en Aizarnazabal. La víctima, Aintzane Pujana, tenía 32 años y era natural de San Sebastián.

Limpieza del escenario. Tras ser identificados por los agentes, la pareja volvió a moverse, esta vez hasta Tolosa. Allí entraron en un supermercado, donde compraron algunos productos de limpieza, como lejía, amoniaco y toallitas. Las cámaras de seguridad del establecimiento les captaron cuando pagaban en la caja, mostrando aparente normalidad y cubriéndose la cabeza con capuchas. La Ertzaintza sostiene que utilizaron esos productos para limpiar tanto el escenario del crimen, el apartamento en el que tenían retenida a Aintzane en el agroturismo Haizeaberri, como el vehículo en el que transportaron el cadáver.

Hallazgo del cuerpo. Los presuntos autores del homicidio siguieron residiendo en Aizarnazabal, conscientes de que el cuerpo de Aintzane seguía abandonado junto a su casa. Dos días después del crimen, en la mañana del 4 de enero, dos operarios que se encontraban retirando basura junto al río Urola en el barrio Etxabe hallaron el cadáver. Estos señalaron que se encontraba boca abajo, como de cuclillas. En sus muñecas aún llevaba las bridas con las que había sido atada. Una vez se personó en el lugar la comitiva forense, comprobó que la mujer presentaba al menos seis heridas de arma blanca. A las pocas horas se pudo confirmar que el cuerpo era el de la donostiarra, cuya desaparición se había denunciado el 1 de enero.

Interrogatorios y registros. Una vez se conoce que se trata de un crimen violento el caso lo dirige el Servicio de Investigación Criminal Territorial de la Ertzaintza en Gipuzkoa, que interroga a la pareja como compañeros de piso de la víctima. La joven de 23 años les indicó que Aintzane se había marchado de casa el 1 de enero y que no habían vuelto a tener noticias suyas. Los agentes solicitaron un registro de la casa y del coche, a lo que ambos se prestaron, mostrando una actitud colaboradora con la Ertzaintza. El servicio de Inspecciones Oculares de la Policía vasca examinó ambos espacios minuciosamente y hallaron restos de sangre de la víctima tanto en la casa como en el coche.

Detención. Todas las pruebas apuntaban hacia la pareja, pero la Ertzaintza no quería dejar cabos sueltos. En la inspección del lugar en el que trataron de eliminar pruebas lanzándolas al mar hallaron la tarjeta Mugi de la víctima y unas bridas sin usar, idénticas a las que habían sido utilizadas para maniatar a Ain-tzane. El 12 de enero, cuando la pareja caminaba hacia su casa, varios vehículos policiales les interceptaron y se procedió a su detención. Los agentes habían sabido que aunque su contrato de alquiler en la casa de Aizarnazabal era hasta mayo, habían cambiado de planes y tenían previsto mudarse a otra comunidad.

A prisión. Tras permanecer en dependencias policiales las 72 horas, los dos detenidos pasaron el viernes 15 a disposición judicial. Tras ocho horas declarando, la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Azpeitia decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por homicidio, retención ilegal y explotación sexual de la víctima.

Antecedentes. El pasado mes de noviembre la Ertzaintza tuvo que intervenir en otro agroturismo de Gipuzkoa donde los acusados estaban explotando sexualmente a otra mujer de 35 años, a la que daban palizas si se negaba a cumplir sus exigencias. Además ambos tienen antecedentes por otro tipo de delitos realizados conjuntamente y el hombre tiene más de diez denuncias por portar armas blancas.

La fiesta de Nochevieja. La fiesta celebrada el 31 de diciembre en Haizeaberri estuvo bajo sospecha, pero la Ertzaintza ha descartado que sus participantes, 20 jóvenes vecinos de Urola Kosta, tengan relación con el crimen. La casualidad quiso que la fiesta ilegal se celebrara en el mismo lugar donde mataron a Aintzane.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios