El primero de la temporada, una hembra de casi 6 kilos

La fase de crecimiento de estos individuos no tiene plazos tasados. Depende de la temperatura del agua y de otros factores. Por ejemplo, si el agua llega turbia porque ha llovido de manera abundante no comen y ello retarda el crecimiento. Por lo general, a principios o mediados de mayo pueden alcanzar ya cinco centímetros.

Cuando los salmones son devueltos a los ríos, permanecen en estos hábitats hasta conseguir un tamaño medio de catorce centímetros. Y cuando lo hacen emigran al mar. Por ello, dependiendo de la cantidad de alimento que encuentren y de su crecimiento bajan antes o más tarde.

Una vez en medio salino, se dirigen a la zona de Groenlandia. Pueden retornar al año o a los dos años. El crecimiento en el mar es muchísimo más rápido y experimentan un cambio fisiológico muy importante. Cuando están en el río, son marrones o amarillentos. Es su camuflaje.

Se alimentan principalmente de invertebrados. En el mar, su alimentación cambia, crecen mucho más rápido y adquieren un color más plateado. Normalmente retornan al mismo río en el que nacieron y muy pocos adultos regresan al mar por segunda vez.