Karmele Gurruchaga, psicoterapeuta. IÑIGO ROYO
Karmele Gurruchaga, psicoterapeuta

«Es preocupante el aumento de jóvenes adictos al juego»

Asegura que la terapia de grupo sirve «para sostener a quienes están en riesgo y reforzar a la persona cuando está estable»

Aiende S. Jiménez

San Sebastián

Domingo, 28 de enero 2024, 01:00

La psicoterapeuta Karmele Gurruchaga colaboro con el Grupo Hernani Jugadores Anónimos desde hace 22 años, como terapeuta individual en los momentos de crisis y recaídas ... y acompañando a sus familias y personas allegadas.

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– Trabaja con los familiares de personas ludópatas. ¿Cómo es la terapia con ellos?

– Quienes juegan tienen la necesidad de compartir en grupo y sentirse entendidos; pero quienes acompañan necesitan eso mismo, y a la vez, gestionar las emociones y vivencias que surgen al convivir con una adicción que, no sólo es difícil de controlar; es que además, está en manos de su familiar. Esto genera un gran sentimiento de incertidumbre, a veces inquietud, a veces frustración... Nunca, nadie –incluso sin ludopatía–, va a poder controlar todas las circunstancias, por tanto, es fundamental saber convivir y reconstruir la vida con esa premisa.

– ¿Qué lleva a una persona a jugar compulsivamente?

– Una adicción es un modo de evasión, evitación, o descarga, siempre relacionado con dos ámbitos principalmente: una profunda insatisfacción, amargura o vacío interno a nivel emocional, y otro a nivel biológico-neurológico, donde los circuitos de recompensa buscan repetir determinadas acciones, para activar esos neurotransmisores que generan cierto placer o bienestar, y que de otra forma, no se logra en otros aspectos de la vida. Cuando se arraigan con fuerza en la estructura neuronal, generan una intensa llamada interna a desencadenar esos procesos, como si de una droga neurológica se tratara.

– ¿Cómo afecta la adicción al juego a la vida de una persona?

– Una vez se ha instaurado la adicción, los mecanismos mentales de la persona, hábitos, decisiones etc, comienzan a estructurarse en torno a conseguir ese beneficio. En este sentido, es importante subrayar que el nivel de adicción no necesariamente lo determinan los importes de las apuestas, sino en qué medida, esa conducta condiciona y llega a 'secuestrar' el día a día de la persona. Por ejemplo: cuando la persona, aunque esté en su puesto de trabajo, está pensando en cuándo tendrá unos minutos para minutos para ir al baño, y mirar cómo van las apuestas.

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– ¿Un jugador lo es para siempre?

– La adicción crea unos patrones internos en la persona, una tendencia o riesgo de por vida. Eso no significa que la persona vive en una inquietud permanente, en constante tensión para no recaer; se aprende a convivir con ello, y con el tiempo, no es que se olvide, pero la persona no tiene en mente continuamente la adicción en sí. Lo que sucede es que en momentos de crisis e inquietud y ansiedad, hay mayor riesgo de que 'despierte' ese camino de descarga y evasión que se creó en el pasado, y que por inercia la mente puede reactivar. El acudir a un grupo sirve, además de para dar sostenimiento a quienes están en más riesgo, también para reforzar a la persona aún cuando está estable.

– ¿La terapia es efectiva en esta adicción?

– La efectividad no se basa solo en dejar de apostar, sino en reconstruir esas facetas vitales de la persona que habían quedado arrasadas; se trata de ir identificando esos aspectos donde la persona siente que generan el malestar, y donde hay que crear un sentido vital sin tener que recurrir a conductas de huida.

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– ¿Qué signos nos pueden poner en alerta de que el juego comienza a ser un problema?

– Lo más habitual que comparten las familias es ver movimientos no habituales en la cuenta corriente; cuando en la convivencia se decide verbalizarlo con la persona afectada, es habitual argumentar aspectos como supuestos gastos imprevistos, dinero extraviado, inversiones inesperadas sin resultado a corto plazo, nóminas o pagos que se retrasan; o préstamos a varias personas del entorno y que se guardan en secreto...

– ¿Está detectando el aumento de jóvenes adictos por las apuestas y el juego online?

– Francamente, es preocupante el incremento durante los últimos 5-7 años. La accesibilidad de ambas opciones incide notoriamente en este incremento. Pero a mi entender, el considerar las apuestas, aunque sean pequeñas y en cuadrilla, como un modo de ocio 'habitual, todos lo hacen', es un factor clave. El hecho de que esto se normalice hace difícil contener el juego para quien ha desarrollado ya ese circuito de recompensa antes citado.

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– Mucha gente sigue viendo esta enfermedad como un vicio.

– Así es, y eso genera vergüenza e incomprensión. Al no haber unos síntomas físicos evidentes, la idea de verlo como una enfermedad es percibido como un tanto rebuscado. Pero cuando convivimos o conocemos de cerca a alguien que lo sufre, vemos cómo va afectando a la vida en conjunto, también a su salud, más allá del aspecto económico.

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