Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
«Ya nos podemos quitar la etiqueta de gafes, hemos dado 1,4 millones»

«Ya nos podemos quitar la etiqueta de gafes, hemos dado 1,4 millones»

Una administración de lotería de Lezo reparte el mayor premio de su historia a un acertante de primera categoría del sorteo de La Primitiva del pasado jueves

ELENA VIÑAS

LEZO.

Domingo, 1 de abril 2018, 08:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Se enteraron de la noticia el día anterior y ayer seguían sin ser capaces de asimilarla. «Es el primer premio grande que damos en treinta años de historia de este negocio. Aún estamos como en una nube», confesaba Guadalupe Mujika Garmendia, quien, junto a su compañera Eneka Kattelin Saldise, atiende a diario a cuantos entran en la administración número 1 de Lezo. El establecimiento situado en Donibane kalea, que regenta Manolo Elissalt Expósito, repartía nada menos que 1.448.062 euros al apostante que validó el único boleto acertante de primera categoría -6 aciertos- del sorteo de La Primitiva celebrado este pasado jueves. El afortunado invirtió 16 euros en un boleto semanal de ocho apuestas pronosticadas por él mismo.

Las trabajadoras aseguraban no saber quién podría ser el ganador, aunque hacían sus cábalas. «Puede ser gente del pueblo o alguien de las muchas personas que trabajan en el puerto de Pasaia y que vienen aquí a sellar sus apuestas. O gente de los pueblos de al lado... Puede ser cualquiera», comentaban, añadiendo que «antes o después sí que se descubrirá» la identidad de la persona más envidiada ayer en esta población de Oarsoaldea.

La misma pregunta les hacían los lezoarras que se acercaban hasta el local a lo largo de la mañana para felicitarles por su buena suerte. «Todo el mundo está con la curiosidad. Cada uno que viene se pone en el lugar del que ha ganado y piensa en lo que haría con tanto dinero», explicaban. «La verdad es que la gente se ha puesto muy contenta y más, sabiendo que desde hace tiempo deseábamos dar un premio de esas características. Lo máximo que hemos llegado a dar es un segundo premio de la Lotería del sábado», declaraban.

Guadalupe hacía cuentas de los años que lleva al otro lado del mostrador soñando con ese momento que esta Semana Santa por fin se hacía realidad. «Llevo veinte años y mi compañera, tres. Parece mentira que haya que esperar tanto tiempo para dar un premio gordo. Ahora ya nos podemos quitar la etiqueta de gafes que teníamos», bromeaba.

Pese a sentirse «muy contentas y felices», admitían que aún no habían celebrado la buena nueva. «Cuando le demos la vuelta, lo haremos, sin duda. Ahora estamos todavía como en una nube. Desde que ayer -por el viernes- nos llegó un mensaje al móvil avisándonos de que habíamos repartido tanto dinero, no hemos reaccionado. Sólo queremos dar las gracias a todos nuestros clientes. Son maravillosos y muy fieles, y eso es algo que hay que valorar», concluían.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios