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Una excavadora trabaja en relleno de tierras.

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Una excavadora trabaja en relleno de tierras.

La pasarela de Herrera a Trintxerpe toma forma

La obra que supondrá el primer gran hito para la regeneración de Pasaia y mejorará el acceso a la estación del Topo estará finalizada en noviembre

Gaizka Lasa

PASAIA.

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Jueves, 26 de julio 2018, 06:34

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Es verdad que falta lo más bonito y lo que realmente va a visibilizar el concepto de regeneración urbanística, pero mayores ejercicios de imaginación han tenido que hacer en Pasaia. La futura conexión ciclista-peatonal entre Trintxerpe y la estación de Topo de Herrera ya tiene esqueleto. Tras los últimos meses de obra, sus cimientos descubren cómo y por dónde transcurrirá el nuevo paseo una vez que finalicen los trabajos. Ahora sí, con la luz asomando al final del túnel, los plazos son fiables. La pasarela estará acabada en noviembre, tal y como avanzaron ayer fuentes de la dirección de obra sobre el terreno.

El optimismo se debe a que «todos los muros de contención de lo que serán las naves del puerto están terminados, así como los muros verdes que servirán de cargaderos para la pasarela que cruza entre las dos áreas y el relleno de todo el trasdós (parte de fuera) de los muros», confirmaban las mismas fuentes.

Por partes. Los muros que gobiernan ahora la zona de pabellones portuarios de Herrera han puesto los límites de la pasarela. El terreno que queda hacia el oeste, hacia la carretera de salida de la variante de San Sebastián, ya está siendo acondicionado para albergar una zona ajardinada, con un bidegorri y una acera jalonada de árboles. «Queda acabar el relleno hasta la cota del muro y la urbanización: pavimento, baldosas, asfalto de bidegorris, plazas de piedra artificial, plantaciones y elementos metálicos», concluye el director de obra. También se colocarán pantallas acústicas para aislar la zona de esparcimiento de la carretera.

Dentro de la delimitación de los muros, al margen de este proyecto, la Autoridad Portuaria de Pasaia construirá sus pabellones y queda por concretar lo que hará en la cubierta, un gran espacio de 8.000 metros cuadrados que quedará a la altura de la pasarela.

La zona más ancha de la nueva zona recreativa desembocará en dos puntos de Herrera como si de una 'Y' se tratara. Un camino conectará con el paso de cebra que queda delante de la estación de Topo -uno de los grandes objetivos estratégicos de movilidad de la obra- y dará continuidad al bidegorri que une Intxaurrondo y Herrera. El otro trazará una salida unos cien metros más arriba para facilitar el acceso directo a quienes vienen de Donostia por el alto de Miracruz.

Una vez bordeado los muros de los futuros pabellones, una pasarela de acero trazará un puente sobre la carretera por la que se accede a las naves del puerto, la misma por la que hoy deben transitar, entre camiones, los viandantes si quieren cruzar desde Trintxerpe hasta la estación de Topo de Herrera. Esa zona portuaria quedará independizada de los usos ciudadanos.

19.000 metros cuadrados

Desde ese punto, aprovechando los desniveles existentes entre Herrera y Trintxerpe, se consolidará un paseo ajardinado «agradable y seguro» que empalmará con Euskadi Etorbidea junto al edificio de Correos. Ahí terminará la primera gran pieza del puzzle de la regeneración urbanística de Pasaia, la que depende del Gobierno Vasco -a través de Eusko Trenbide Sarea (ETS)- y que va a costar en torno a los 3,5 millones de euros al sumarse al precio de adjudicación de 3,1 millones un modificado de 308.000 euros en octubre del año pasado.

La obra supondrá la recuperación para la ciudadanía de 19.000 metros cuadrados de espacios portuarios y logrará uno de los grandes objetivos de la regeneración como la mejora de la relación puerto-ciudad. El hecho de contar en la zona con un flujo peatonal constante -por ser lugar de acceso al Topo- supone una oportunidad, según la redacción del proyecto, para la creación de «un espacio público nuevo, que no solo resuelva las conexiones necesarias, sino que se convierta en un espacio valorado por sí mismo». Este será además un criterio válido para el resto de actuaciones que se acometan en todo el entorno portuario.

A este proyecto le sucederán a partir de finales de año otros que irán completando una conurbación que llegará hasta San Pedro. La plaza en el muelle del Hospitalillo o el paseo hasta la lonja serán algunas de las actuaciones estrella llamadas a transformar el aspecto actual de Pasaia.

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