La actual estación del Topo en Pasaia seguirá hasta que se abra la nueva variante y se cree otra vía para mercancías
Licitan por 73,6 millones el trazado entre Altza y Galtzaraborda, con la parada soterrada en Antxo, cuya obra empezará en otoño y se prolongará cuatro años
Pasaia se asoma ya a cuatro años de trabajos para modificar su conectividad ferroviaria. La variante soterrada del Topo entre Altza y Galtzaraborda y ... la nueva estación que dará servicio a Pasaia comenzarán a construirse el próximo otoño con el horizonte puesto a finales de 2025. Pero aún queda por resolver otra incógnita relacionada con este proyecto. ¿Qué pasará con la actual estación que divide Antxo en dos partes? La intención es derribarla, pero antes Euskotren debe encontrar una alternativa para su transporte de mercancías, que precisamente ahora están intentando impulsar con un nuevo contrato que atañe precisamente al Puerto de Pasaia.
El proyecto de derribo de la estación actual se tramitará de forma separada al de la variante ferroviaria, que ayer entró en la última fase administrativa con la licitación de los trabajos por 73,6 millones de euros. La eliminación de la trinchera ferroviaria dependerá en primer lugar de la puesta en servicio del nuevo trazado subterráneo, probablemente no antes de 2026, y en segundo, de habilitar una vía alternativa para las mercancías.
Euskal Trenbide Sarea tiene previsto licitar este año un «estudio de alternativas» para analizar las opciones viables para construir una vía de Euskotren entre Herrera y Gaintxurizketa para ese tipo de transporte -quizás en la zona ferroviaria de Renfe-, y una vez tomada la decisión habrá que redactar el proyecto y ejecutar esa obra que permitiría eliminar el viaducto actual que atraviesa el distrito pasaitarra. De momento, no hay plazo a la vista. Así que los vecinos que se asoman a las vías seguirán haciéndolo durante unos años más.
Lo que ya tiene un calendario fijado es la ejecución de la variante soterrada desde Altza hasta Galtzaraborda que, tras años aparcada en un cajón, se ha reactivado con determinación. La mesa de contratación de ETS licitó ayer la obra por 73,6 millones -sin incluir las instalaciones- y un plazo inicial de 50 meses. El paso previo a su adjudicación dentro de unos cinco meses y el inicio de los trabajos, en octubre próximo.
Este trazado de dos kilómetros de longitud permitirá desdoblar la vía y aumentar la frecuencia de los servicios a 7,5 minutos entre la estación del Topo en Altza, que en 2016 quedó como fondo de saco a la espera de esta variante, y la de Galtzaraborda, en Errenteria. Además contempla la construcción de una nueva estación soterrada en Antxo, pensada para eliminar después el apeadero actual en superficie.
Doble vía
Este tramo de dos kilómetros de longitud en doble vía avanzará en túnel desde la estación de Altza hasta la altura de la calle Eskalantegi, que marca el límite entre Donostia y Pasaia. El trazado atraviesa después Pasaia de oeste a este en falso túnel, explican desde ETS. Y antes de cruzar por debajo de la variante de Pasaia y del trazado actual del Topo, continúa en túnel hasta Errenteria. Allí, las vías vuelven a salir al exterior a la altura de la calle Parke, «en la vaguada» por la que discurre ahora el Topo, y donde conectará con el actual trazado en el inicio de la estación de Galtzaraborda.
Un estudio analizará las opciones para el transporte de mercancías, con el fin de suprimir el apeadero actual
viaducto en Antxo
La variante permitirá incrementar hasta 7,5 minutos las frecuencias entre Altza y Galtzaraborda
servicio
Además de esta variante que agilizará los tráficos, la otra apuesta del trazado es la estación soterrada de Pasaia, una más en esta línea Hendaia-Lasarte-Oria. La infraestructura, para la que ya se realizaron los primeros sondeos del terreno, se situará bajo la Alameda Gure Zumardia, donde se situará el ascensor de acceso al interior. La boca principal se situará en Eskalantegi, y habrá una salida de emergencia en la calle San Marcos.
La estación tendrá una configuración estándar con andenes laterales, a los que se accede mediante escaleras o ascensor desde un vestíbulo único que conecta con la calle. En este punto, el trazado está determinado técnicamente por la regata Molinao y las edificaciones del entorno, que han condicionado la posición de los accesos y las ventilaciones de emergencia.
La estación, explican desde ETS, se ejecutará por «el método 'cut&cover' (cortar y cubrir)», para lo que se realizan desde la superficie «unas pantallas mediante hidrofresa que albergarán» la caverna. Esa construcción conllevará la demolición del Mercado situado en la plaza.
La previsión es que la obra civil de esta variante pueda estar concluida a finales de 2025, y por tanto su puesta en servicio pueda esperarse para el año siguiente. Desde ETS recalcan que la inauguración de esta variante mejorará la movilidad en este tramo de la línea, donde se podrán incrementar las frecuencias a 7,5 minutos, ahora solo posibles desde Herrera, no desde Altza. Más de 1,2 millones de usuarios utilizaron las estaciones del Topo de Altza, Pasaia y Galtzaraborda en 2019, antes de que la pandemia alterara también los tráficos.
Euskotren transportará al año 150.000 toneladas de bobinas
Las dos noticias coincidieron ayer en tiempo y lugar. Mientras se licitaba la nueva variante del Topo y se ponía sobre la mesa qué ocurrirá con el actual apeadero de Pasaia, se anunciaba un nuevo acuerdo de Euskotren para potenciar el transporte de mercancías, precisamente entre Pasaia y Durango. El pacto con la empresa logística Algeposa supone reforzar este tipo de transporte en la red ferroviaria vasca con hasta 150.000 toneladas de bobina al año, y sacar de las carreteras, en concreto de la AP-8, unos 6.000 camiones. El Departamento de Transportes enmarca este pacto en su objetivo de «avanzar hacia la movilidad sostenible».
El contrato rubricado ayer supone que los convoyes de Euskotren transportarán entre 100.000 y 150.000 toneladas de bobinas al año, lo que multiplica el volumen de mercancías que hasta ahora circulaban por esta red. En 2019, se movieron 5.460 toneladas de productos.
Este acuerdo, en concreto, abrirá un nuevo paso para las bobinas que llegan desde Europa al Puerto de Pasaia. Hasta ahora eran camiones los que las transportaban hasta la empresa cliente en Durango. Y ahora irán en tren hasta la localidad vizcaína y allí se entregarán al cliente «mediante una rueda de camiones de última milla». En Pasaia, el Departamento prevé «reintroducir las vías de ancho métrico en el puerto» para llevar a cabo el trasvase, y al final del trayecto «se estudiará usar camiones eléctricos» para lograr cero emisiones.
Será un tren diario, durante al menos cuatro años, con posibilidad de ampliar el servicio, que «profundiza» en la colaboración existente desde hace una década entre el Ejecutivo vasco y Algeposa. «Se trata de una apuesta económica y medioambiental relevante», aseguró el consejero Iñaki Arriola, quien defendió una red de Euskotren «cada vez más intermodal y sostenible», ya que el ferrocarril emite un 68% menos de gases de efecto invernadero que los camiones.
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