Pagar 50-100 euros o recibir una paliza, el precio por salirse de la banda

os cinco jóvenes detenidos a primeros de mes por su presunta pertenencia a 'Blood' están considerados como el «líder» y sus cuatro lugartenientes que dirigían el bloque asentado en Gipuzkoa. Según los investigadores, esta cúpula estaba consolidada en el territorio, mientras que por debajo de ellos, en una estructura «muy jerarquizada», se situaba una base «muy fluctuante», en palabras de Leo, responsable de grupos violentos de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en Madrid.

Esto significa que los chavales entraban pero también salían de esta banda juvenil. Y para ambas acciones, existe un ritual. Así, para ganarse el respeto y la confianza de los cabecillas, el aspirante a 'Blood' debía superar un ceremonial, que básicamente consiste en «agredir a alguien a quien ellos determinaran. Una vez que agredías a esa persona, entrabas en la banda». Igualmente, las cartas para abandonar el bloque están marcadas: «Este tipo de bandas castigan, entre comillas, a los desertores. Si alguien quiere irse del bloque, se le castiga», explica el jefe de grupos violentos de la CGI en Madrid.

La penitencia suelen ser «golpes, lesiones leves, amenazas, muchas amenazas por redes sociales», que son algunas de las «imputaciones» presentadas por la Ertzaintza y la Policía Nacional contra los 'Blood' arrestados el pasado día 3 en Gipuzkoa.

«Tampoco esto es como en Estados Unidos -matiza Leo-, donde las bandas son más violentas y las palizas son más fuertes e incluso pueden acabar en muerte. En el fondo, no hay que olvidar que son chavales. Y no digo que este haya sido el caso de este bloque de Gipuzkoa, pero estamos viendo que a veces simplemente pagando una cantidad de dinero, de 50, 60, 100 euros, te puedes desvincular de la banda». Son cantidades que pueden parecer modestas pero que «para un chaval de 14-15 años es un dinero».