La odisea de una donostiarra para volver a casa: «Es una vergüenza estar cinco horas parados»
Miriam Ugarte tardó casi 9 horas en regresar a Donostia desde Valladolid después de que uno de los vagones del tren en donde viajaba sufriera un problema técnico
«No es posible que un viaje de tres horas se haya convertido en uno de casi nueve. Es una vergüenza estar parados durante cinco ... horas, ha sido uno de los momentos más desesperantes que he vivido», confiesa la donostiarra Miriam Ugarte a este periódico. Esta joven decidió coger el último tren hacia Donostia procedente de Madrid, sin saber las largas horas de espera que le aguardaban hasta llegar hasta su residencia en el barrio donostiarra de Altza.
El fin de semana en Valladolid de esta joven de 28 años fue «casi perfecto», según cuenta a través del teléfono. «Fui a pasar el fin de semana a Valladolid, estuve de ruta gastronómica por la ciudad con una amiga y decidí coger el último tren a las 18:45», relata. Pero todo se torció a tan solo una hora de trayecto, «sobre las 19.45. Tras haber pasado Burgos el tren se paró, la luz se apagó y el aire acondicionado también, no sabíamos qué estaba pasando y no fue hasta las 20.30 cuando nos llegó un correo de Renfe. Entonces nos enteramos que el tren había sufrido una avería», cuenta.
«Eran dos vagones y nos contaron que había sido el segundo, con destino a Bilbao, el que se había estropeado. Por ello empezaron a trasladar a algunos pasajeros de ese vagón al nuestro y como no había sitio para sentarse, algunos estuvieron de pie hasta dos horas, que fue cuando tres autobuses vinieron a recogerles», cuenta Miriam todavía indignada. La joven destaca que al principio se vivieron momentos «bastante caóticos», ya que «había niños de unos 7-8 años en el vagón, también había personas bastante mayores e incluso tuvo que venir una ambulancia desde Burgos para atender a una persona que se encontraba dentro del tren».
«Había niños y personas mayores, incluso tuvo que venir una ambulancia para atender a una persona que se encontraba dentro del tren»
Miriam Ugarte
Pasajera donostiarra
Miriam cuenta que a medida que pasaban las horas, algunos pasajeros «empezaron a compartir galletas, mandarinas y hasta jamón, incluso había una chica que no había comido y en cuanto la gente se enteró empezaron a darle comida. Sobre las 22.30 nos dijeron por megafonía que podíamos levantarnos e ir al bar y coger Coca-Cola, agua o café gratis y también a algunos les dieron patatas que había en el bar», destaca.
Falta de taxis
Finalmente, el tren volvió a ponerse en marcha sobre la medianoche y los pasajeros donostiarras llegaron a su destino sobre las 3.15 de la madrugada, cuando en realidad la llegada estaba prevista a las 22.40 a Donostia. «Mi familia estaba muy preocupada y me dijeron a ver si iban a buscarme a la estación, pero yo bajé corriendo del tren y pude ponerme la primera a la cola del taxi». Miriam cuenta que a muchos de los pasajeros también fueron a buscarles sus familiares a la estación, y «que se veían bastante preocupados», mientras que a otros «no les quedó más remedio» que esperar a la cola. «Nos dijeron que solo había cuatro taxis disponibles circulando en todo Donostia, porque claro, quien va a coger un tren a esa hora un domingo. Es una absoluta vergüenza todo», admite.
Fuentes de Renfe, por su parte, han explicado a DV que el tren Alvia 4177, que viajaba en doble composición de Madrid-Chamartín a Irun, «tuvo una incidencia técnica puntual en una de sus composiciones» a la altura de la localidad de Quintanapalla (Burgos) la noche de ayer. «Se desacoplaron las dos ramas para poder continuar con la que estaba operativa, llevando en ella a todos los viajeros hasta Miranda. Desde allí, Renfe dispuso de un transporte alternativo por carretera para los que continuaban el viaje hacia Bilbao y el tren continuó circulando con los viajeros con destino Irun».
Según confirman fuentes de Renfe, «esta incidencia supuso demoras de 4 horas y 30 minutos» y destacan que, como en otras ocasiones, mantendrán su «compromiso voluntario de puntualidad», por lo que darán un reembolso del 100% del precio del billete a los pasajeros. Para ello, será necesario realizar el trámite a través de su página web. «Yo pediré que me reembolsen el billete, pero también voy a pedir una indemnización y si puedo, también pediré que me paguen lo del taxi. Eso sí, para la próxima buscaré otro medio de transporte», finaliza Miriam.
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