Las obras contra inundaciones en el Urumea encaran su fase final

El encauzamiento y acondicionamiento del Urumea para prevenir inundaciones está a punto de entrar en su recta final. La Agencia Vasca del Agua (URA), ente público del Gobierno Vasco, ha sacado a licitación la primera fase de las obras de defensa contra las crecidas del río en el tramo Akarregi-Ergobia, el último que queda dentro de las grandes operaciones para mejorar la seguridad del cauce y la resiliencia del entorno. El presupuesto base asciende a 3,2 millones de euros y el plazo de ejecución de los trabajos es de nueve meses. Si se cumple el calendario previsto, las obras deberían comenzar en verano y estar concluidas dentro de un año.

Lo que se va a hacer en esa zona es habilitar en el meandro Akarregi-Ergobia un canal transversal que sirva como aliviadero, de modo que en caso de crecida el caudal del río pueda distribuirse entre su cauce natural y esta nueva vía alternativa. Ese desagüe entrará en funcionamiento solo en caso de aguas altas y permitirá reducir la altura del río aguas arriba (Astigarraga y Hernani). En circunstancias normales, el Urumea fluirá por su cauce habitual y el entorno se acondicionará como parque fluvial.

Esta operación precisa del ensanchamiento del cauce actual y la ejecución de plataformas en distintos tramos de ambas márgenes del río, lo que supone ampliar la sección útil disponible para el desagüe en aguas altas. En esta primera fase también se actuará en el acondicionamiento de la margen izquierda del meandro.

Cuando estas obras concluyan, tan solo quedará por acondicionar la margen derecha del meandro y rehabilitar el puente de Ergobia para dar por finalizadas las actuaciones principales contempladas en el plan anti-inundaciones del Urumea. Estos últimos trabajos, no obstante, deberán esperar a que finalicen las obras del tren de alta velocidad (TAV) que se ejecutan en la misma zona. La previsión de URA es que pueda licitarse a finales de 2023 por cerca de 5 millones de euros.

La licitación del tramo Akarregi-Ergobia se produce después de que haya concluido recientemente la ampliación del cauce entre los puentes de Martutene y el Polígono 27, donde también se ha habilitado, entre otras actuaciones, un tramo colector de aguas residuales (por gravedad, sin impulsión) que explotará Aguas del Añarbe; un 'tanque tormentas' que permite drenar las aguas pluviales para que no se no viertan al río; o un microtúnel bajo el lecho del cauce para conectar el saneamiento del polígono 27 con la estación de bombeo de las aguas residuales.

La obra fluvial está ya finalizada, y en estos momentos se está ultimando la reurbanización de la zona.

Con esta operación, la inversión total realizada para contener las crecidas del Urumea asciende a 35 millones de euros.

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