Borrar
Investigadores de Azti y Onkologikoa analizan los alimentos para evitar problemas a quienes reciben quimioterapia. AZTI
Nutrición y emoción contra el cáncer

Nutrición y emoción contra el cáncer

Azti y Onkologikoa desarrollan alimentos para quienes se someten a quimioterapia | Este proyecto conjunto pretende prevenir la frecuente desnutrición asociada al proceso oncológico y obtener un mayor beneficio del tratamiento terapéutico

Iker Marín

SAN SEBASTIÁN.

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 19 de noviembre 2018, 06:28

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Azti y Onkologikoa trabajan desde hace un año en un proyecto de investigación y desarrollo en el área de alimentos saludables y cáncer. Dos son las líneas de trabajo en las que se basa esta colaboración que busca, por una parte, «estudiar cuál es la alimentación más adecuada para los pacientes durante su convalecencia» y, por otra, «diseñar nuevos productos que estimulen la sensorialidad alterada y favorezcan una óptima nutrición». El reto, en definitiva, es lograr alimentos específicos para pacientes de cáncer en tratamiento de quimioterapia adaptados a sus necesidades sensoriales y nutricionales.

El estudio de las dos entidades que participan en el proyecto señala que «la alimentación juega un importante papel en la prevención del cáncer y también durante el transcurso de la enfermedad». Una vez diagnosticada la dolencia es muy importante, señalan, mantener un buen estado nutricional para «prevenir la frecuente desnutrición» asociada al proceso oncológico y obtener un mayor beneficio del tratamiento terapéutico. La realidad demuestra que los propios enfermos de cáncer demandan información sobre una adecuada nutrición.

Los datos en relación con la alimentación de los enfermos de cáncer señalan que hasta un 30% de los pacientes con esta enfermedad han perdido peso antes del diagnóstico y aproximadamente el 80% de los pacientes con cáncer avanzado sufre una pérdida de peso superior al 10% en el curso de la dolencia.

A pesar de estas cifras, «no existe mucha evidencia científica sobre una dieta óptima post-diagnóstico. Poco se ha estudiado sobre ello», reconoce Itziar Tueros, Investigador Senior en el área de Alimentación y Salud de Azti.

La quimioterapia utilizada para combatir los efectos del cáncer provoca falta de apetito, náuseas/vómitos, llagas en la boca, sequedad bucal y alteraciones del gusto y del olfato (pérdida de gusto y aparición de sabores extraños como el sabor metálico). Algunos también desarrollan manías o aversiones a ciertos alimentos y cambian sus preferencias alimentarias. «Todo esto afecta a la relación del paciente con la comida y puede comprometer su estado nutricional. Además, no debemos olvidar el importante componente emocional que aporta el placer de comer, por tanto, tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de los pacientes», dice Tueros.

Ensayo clínico nutricional

Durante estos últimos 12 meses, Azti y Onkologikoa se han centrado en un ensayo clínico nutricional con pacientes de cáncer de mama en tratamiento con quimio. El objetivo de «nuestro estudio es evaluar si un asesoramiento nutricional personalizado basado en herramientas moleculares proporciona un beneficio para el estado nutricional y calidad de vida de los pacientes». Se trata, anuncia Tueros, de un ensayo con 64 pacientes durante los seis meses que dura el tratamiento de quimio «y que esperamos terminar en junio del año que viene. No obstante, los resultados que estamos obteniendo son prometedores», señalan desde Azti.

En paralelo, también están trabajando en el diseño de varios prototipos alimentarios que palien los efectos secundarios de la quimioterapia «relacionados con las alteraciones del gusto de forma que fomenten el placer por comer de los pacientes». Ahora mismo, la oferta de productos especialmente dirigidos a los enfermos de cáncer «es muy escasa». Suelen ser batidos orientados a evitar la desnutrición, pero no tienen en cuenta las «alteraciones del gusto y el olfato que pueden sufrir estas personas», confirma Tueros.

Los productos alimenticios diseñados para estos pacientes «son productos hiperproteicos e hipercalóricos con texturas adaptadas a problemas de deglución y masticación, generalmente en forma de bebibles dirigidos a aquellos pacientes que padecen o están en riesgo de desnutrición». Sin embargo, explica Tueros que «no existe una oferta de productos que tengan en consideración los requerimientos sensoriales y las preferencias alimentarias de los pacientes oncológicos, manteniendo al mismo tiempo, el aporte nutricional necesario». Por ello, en Azti están trabajando en el diseño de nuevos alimentos, que mediante el uso de ingredientes naturales puedan «potenciar los sabores, o enmascarar el sabor metálico o favorecer la salivación. Además, deben ser productos que se integren fácilmente en las comidas principales». Ese es el reto de este proyecto.

Para saber qué opinión tienen y cómo se sienten ante su actual menú los pacientes de cáncer, están realizando un estudio con 150 pacientes en tratamiento de Onkologikoa. Mediante entrevistas personales les «preguntamos por sus alteraciones del gusto y del olfato y sobre cómo sería su producto ideal». Los dos firmantes del proyecto están ya desarrollando una batería de productos que «puedan dar respuesta a estas necesidades como caldos, condimentos adaptables a cualquier plato, chocolate y snacks».

El instituto oncológico donostiarra quiere fortalecer y potenciar, en este sentido, «la investigación en el campo de la nutrición, para generar evidencias científicas para poder incorporarlo a la práctica clínica. Así podrán dar respuesta a la demanda creciente de los pacientes sobre recomendaciones dietéticas», explica la Investigador Senior en el área de Alimentación y Salud de Azti.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios