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BOMBEROS DONOSTIA

«El niño estaba atrapado boca abajo por una enorme rama y semiconsciente»

Un pequeño de cinco años resulta herido de gravedad tras caerle un árbol encima en Donostia. El menor, alumno de la Ikastola Langile de Hernani, permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia

AIENDE S. JIMÉNEZ

SAN SEBASTIÁN.

Jueves, 12 de abril 2018, 06:56

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Eran poco más de las 9.30 horas de la mañana. Un grupo de escolares de entre cuatro y cinco años de la ikastola Langile de Hernani se encontraba dando clase en una cabaña del Parque Kutxa Ekogunea de Donostia, en plena naturaleza, cuando esta decidió mostrar su lado más cruel. Un roble de enormes dimensiones se derrumbó desde su raíz, cayendo sobre la caseta y atrapando a uno de los alumnos, un niño de cinco años que resultó gravemente herido como consecuencia del accidente y que permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia desde ayer.

Los que fueron testigos de lo sucedido aseguran que se vivieron momentos de muchísima tensión. Los servicios de emergencias recibieron el aviso del accidente sobre las 9.45 horas. Hasta el lugar se desplazaron dotaciones sanitarias, de la Ertzain-tza, Policía Local, y bomberos del parque de San Sebastián. El pequeño de cinco años «estaba atrapado boca abajo, tumbado sobre el suelo del porche de la cabaña, con una de las grandes ramas del árbol presionando la zona baja de su espalda y en estado semiconsciente», afirman los bomberos.

La Guardia Municipal de San Sebastián ha abierto una investigación para esclarecer las causas que pudieron provocar que el enorme roble se desplomara sobre la cabaña, arrancándose del suelo desde las raíces, que quedaron al descubierto sobre el césped. No obstante, todo parece indicar que las fuertes lluvias caídas estos días y durante la noche anterior reblandecieron el terreno, provocando el derrumbe del roble. Precisamente Euskalmet había activado la alerta amarilla por lluvias desde la medianoche del miércoles, un aviso que pasó a naranja desde las doce del mediodía y que dejó fuertes precipitaciones en todo el territorio guipuzcoano.

Un roble de quince metros

Las asistencias sanitarias trasladadas al lugar actuaron con celeridad para tratar de estabilizar al pequeño hasta la llegada de los bomberos, quienes, según las propias palabras del sargento Álex Blanco, encargado de la intervención, realizaron «uno de los rescates más complicados al que nos hemos enfrentado nunca». De hecho, dadas las dimensiones del árbol, un roble de 15 metros de largo y con un tronco de más de un metro de diámetro, necesitaron material que se usa para la desencarcelación de vehículos en caso de accidente de tráfico.

Lugar del accidente, dentro del Ekogunea.
Lugar del accidente, dentro del Ekogunea. J. Lusa

El niño de cinco años, que responde a las iniciales I. L. S., quedó atrapado bajo una de las ramas del enorme árbol, de unos 40 centímetros de diámetro, boca abajo y con la madera presionando su zona lumbar. Bajo el pequeño, parte del suelo del porche había vencido como consecuencia del impacto y del peso del árbol, lo que dificultaba aún más su rescate. Hasta ocho bomberos del parque donostiarra intervinieron en el mismo.

El sargento Blanco, que en el momento del accidente era el jefe de guardia, asegura que los diez minutos que tardaron en desatrapar al pequeño «fueron los más largos de mi vida». Dado que el estado de salud del pequeño revestía gravedad debían actuar de forma rápida. «Primero hemos usado una motosierra para poder introducir un separador que elevase ligeramente la rama que tenía atrapada al niño», explicaba ayer apenas unas horas después del rescate, todavía muy impactado por lo sucedido.

Después introdujeron dos cojines hinchadores, uno a cada extremo, que se inflan para poder liberar a personas atrapadas bajo elementos de gran peso y que habitualmente se utilizan para rescates de tráfico.

Las fuertes lluvias pudieron reblandecer el terreno y provocar la caída del árbol

La Guardia Municipal de Donostia ha abierto una investigación para esclarecer los hechos

No fue fácil. «Era un niño el que estaba ahí debajo», recuerda el sargento en referencia a la responsabilidad que tanto él como sus compañeros sentían de salvar al pequeño. «Además el suelo estaba cediendo debajo de nosotros, y había una caída de un metro y medio aproximadamente», afirma el bombero. «Por otro lado, el árbol crujía terriblemente cada vez que lo movíamos un poco, y temíamos que pudiera partirse sobre el niño o sobre alguno de nosotros», reconoce. Un rescate de máxima tensión en el que los segundos parecían horas.

Por suerte, en diez minutos consiguieron desatrapar al menor, que fue directamente trasladado a una UVI móvil que aguardaba en el lugar, donde los sanitarios se afanaron en estabilizarle durante más de media hora. Transcurrido ese tiempo el pequeño fue trasladado al Hospital de Donostia en estado grave, donde permanece aún ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Conmoción en Hernani

El suceso ha causado una gran conmoción entre los vecinos de Hernani, localidad en la que reside el niño con su familia. También en su colegio, la Ikastola Langile donde el menor cursa Educación Infantil, y cuyos profesores se mostraron ayer profundamente afectados por lo sucedido, a la vez que preocupados por el estado de salud de su alumno.

La cabaña donde ha tenido lugar el accidente en una imagen de archivo.
La cabaña donde ha tenido lugar el accidente en una imagen de archivo.

Sus propios compañeros de clase y su profesora fueron testigos de la terrible escena. Los escolares no estaban de excursión, sino que forman parte del proyecto piloto 'baso-eskola' impulsado por Kutxa Ekogunea, en colaboración con los ayuntamientos de Hernani y de Donostia, en el que alumnos de entre 3 y 6 años de las Ikastolas Langile y Amara Berri están realizando un curso experimental. Por unos días cambian las aulas por el entorno natural que ofrece el Ekogunea en su parque de Donostia, donde tal y como explican en su web «el juego libre será la principal metodología de aprendizaje, ya que es el método natural para los niños y niñas. Mediante este, eligen con quién y dónde jugar, interactuando entre ellos e inventando actividades y juegos. Esta metodología los lleva a investigar la naturaleza y comunicarse de una manera autónoma y libre, de esta manera aprenden a actuar, mientras viven experiencias reales».

Desde Kutxa Ekogunea emitieron ayer un escueto comunicado en el que daban a conocer los hechos sucedidos: «Hoy, 11 de abril, sobre las 9.45 de la mañana, un árbol ha caído sobre una de las casas de madera ubicadas en el Parque Kutxa Ekogunea de San Sebastián. En el momento del suceso, un grupo de alumnos del programa de baso-eskola se encontraba en el lugar de los hechos, habiendo resultado uno de ellos herido como consecuencia del suceso», rezaba el texto.

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