Nano es un prefijo que indica que lo que va detrás es muy pequeño. Por ejemplo, si un objeto mide un nanómetro significa que necesitamos ... mil millones de ellos para que alcancen la longitud de un metro. Nanorrobots significa robots que son muy pequeños. En el caso que nos ocupa son tan minúsculos que se pueden inyectar en nuestras venas con una jeringuilla. Son flexibles y pueden navegar por el flujo sanguíneo e incluso cambiar de forma. Se les puede controlar desde el exterior del cuerpo mediante un imán o un campo magnético. Han sido desarrollados en Suiza en un investigación conjunta de la Escuela Politécnica Federal de Lausana y del Instituto Federal de Tecnología de Zurich, en un trabajo liderado por H. W. Huang.
La biomimética estudia la naturaleza como fuente de inspiración para tecnologías innovadoras. Las alas de los pájaros inspiraron las de los aviones. El velcro fue desarrollado por George Mestral, también suizo, imitando los ganchos de un cardo llamado bardana.
Los nanorrobots se han diseñado imitando a lo que hace la naturaleza; concretamente han emulado el movimiento que hace cuando se desplaza por el torrente sanguíneo la bacteria que produce la enfermedad del sueño. Está fabricado con hidrogel biocompatible que lleva nanopartículas magnéticas. El hidrogel le da la flexibilidad y la posibilidad de cambiar de forma, las partículas magnéticas permiten que sea controlado desde el exterior. Son capaces de pasar a través de vasos sanguíneos muy finos sin que su velocidad se vea comprometida. De ese modo son capaces de llegar a sitios inaccesibles de otra forma. Al alcanzar su destino se les puede dar la orden de liberar el medicamento que transportan como carga.
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