La nacionalización de extranjeros repunta en Gipuzkoa y toca máximos con 3.000 pasaportes en un año

Son datos hechos públicos ayer por el Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi), en un informe sobre la evolución de los procesos de nacionalización en Euskadi que pone de manifiesto que «año tras año son más las personas que acceden» a las tramitaciones para obtener la plena ciudadanía española.

Es difícil precisar si se trata de cifras realmente récord por los condicionantes que han rodeado estos procedimientos durante la pandemia de Covid, pero en todo caso los nuevos DNIs y pasaportes emitidos en 2021 a ciudadanos de origen extranjero se sitúan entre los más altos de la tabla estadística. Por un lado hay que tener en cuenta que muchas de las concesiones de nacionalidad son en realidad expedientes que deberían haberse aprobado en 2020, por lo que está en duda si el dato es fiable en términos comparables con la serie histórica. Según el estudio de Ikuspegi, elaborado a partir de los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, las nacionalizaciones en Euskadi serían las segundas más numerosas de la historia.

Las superan las 9.004 de 2013, un año en el que también hubo circunstancias extraordinarias, pues el entonces Gobierno de Mariano Rajoy (PP) activó un programa especial –Plan Intensivo de Nacionalidad– para desbloquear miles de solicitudes que acumulaban años de retraso, lo que dio lugar aquel año a un pico de aprobaciones que no se ha vuelto a repetir hasta 2021.

Más allá de la anécdota de si es la cifra más alta o la segunda, la tendencia al alza es evidente. En ello juegan un papel fundamental los cambios en las políticas de nacionalización, que en general evolucionan a favor de aceptar la inscripción de nuevos españoles.

Así, por ejemplo, cabe recordar que los africanos no han podido acceder a la nacionalidad hasta 2010, momento desde el que se observa una destacada evolución al alza.

De hecho los africanos, especialmente los magrebíes, son los ciudadanos que más están aumentando las solicitudes en los últimos años, restando peso a los latinoamericanos, históricamente el colectivo que más nacionalizaciones recibía. Si en 2009 Latinoamérica absorbía el 90% de las nacionalizaciones en Euskadi, y África el 6%, el año pasado la relación se estrechó hasta un 48,1% y un 38,3%, respectivamente. Incluso en el irregular 2020 se concedieron más pasaportes a ciudadanos originarios de África (44,7%) que de Latinoamérica (38,3%).

Tras estos dos continentes, y a distancia, se sitúan los asiáticos (5,8%), los nacidos en otros países de la Unión Europea (3,6%), y en otros estados europeos (3,1%).

Por países, una de cada cinco nacionalizaciones aprobadas en Euskadi el año pasado se concedió a oriundos de Marruecos (1.834, el 20,8% del total). Le siguen Nicaragua (806, el 9,2%), Nigeria (603, el 6,9%) y Bolivia (591, el 6,7%). Ya por debajo de 500 completan las diez primeros plazas, por este orden, Colombia, Honduras, Pakistán, Paraguay, Argelia y Brasil.

Como regla general, para optar a la nacionalización hay que haber residido en España de forma legal, continuada e inmediata durante 10 años. Para las personas con estatus de refugiadas el plazo se reduce a la mitad (5 años), y a 2 para la mayoría de latinoamericanos, sefardíes, filipinos, andorranos, portugueses y ecuatoguineanos. En el caso de descendientes de españoles, el tiempo exigido se queda en un año. Además de la residencia, se puede obtener la nacionalidad mediante matrimonio (después de un año de residencia regular) o, para los menores de edad, si alguno de sus progenitores ha obtenido la nacionalidad recientemente.

Las nacionalizaciones por matrimonio apenas representan el 9,3% del total. Un porcentaje mayor que en los nueve años anteriores, pero alejado del 26% que representaba en 2004.

La asociación de apoyo, asesoramiento y orientación en materia de extranjería Adiskidetuak, con sede en Irun, constata por su parte que «entre los hombres, el país que más solicitudes registra es Marruecos, mientras que entre las mujeres, Nicaragua». La organización intercultural atendió el año pasado 4.200 consultas de extranjeros, de las que 225 estaban relacionadas con procesos de nacionalización. Fueron concretamente 136 de mujeres y 89 de hombres.