Miguel Moreno: «La naturaleza me sigue sorprendiendo todos los días»
Ha recibido una ayuda de 2,8 millones por parte del Consejo Europeo de Investigación para desentrañar los secretos de la superconductividad
El investigador Ikerbasque del Donostia International Physics Center (DIPC) Miguel Moreno ha recibido una ayuda europea ERC Consolidator con una dotación de 2,8 millones ... de euros, lo que permitirá adquirir equipamiento de última generación para estudiar la superconductividad en materiales basados en grafeno. Si busca lo que encuentra puede dar paso a una revolución energética.
– ¿Qué va a comprar con 2,8 millones de euros?
– El 65% de ese dinero se va en un microscopio. En Europa solo hay uno como él y en China creo que dos o tres.
«Uno hace un experimento pensando encontrar algo y muchas veces no responde como esperabas. Esa es la magia de este trabajo»
– ¿Qué tiene de especial?
– Combina muy bajas temperaturas, que es una tecnología muy cara; y con bajas temperaturas me refiero a 20 milikelvins, que son –273 grados celsius. Combina también ultra alto vacío, es decir, vacío dentro del microscopio para que no se oxiden las muestras ni se ensucien con agua, y también combina campos magnéticos muy altos. Estas tres cosas son caras por sí mismas y su combinación resulta casi prohibitiva.
– ¿Y todo esto para investigar un tipo concreto de superconductor?
– Para investigar unos materiales muy concretos y una superconductividad muy concreta. Los materiales son básicamente grafeno, lo que pasa es que en lugar de tener solo una capa tiene dos, tres o cuatro. En 2018 se descubrió que al girarlas un ángulo de algo más de un grado, que se llama ángulo mágico, muestra superconductividad. Cuatro años después se sabe que existe esta superconductividad pero se desconoce casi todo de ella.
– ¿Por qué?
– La razón es que no se esperaba encontrar superconductividad. El carbono es un elemento muy ligero que no había mostrado nunca superconductividad en ningunas de sus formas, ni en el grafito, ni en el diamante, ni en nanotubos de carbono. Fue sorprendente hallarla en un material similar al grafeno.
«A veces te quedas a medias porque no llegas a entender. Te estás perdiendo algo y te lo perderás para siempre»
– ¿Buscan el origen de esta superconductividad?
– Eso es. Lo que pretendemos es contestar a la pregunta de por qué existe.
– ¿Hay alguna idea?
– Para que exista tienen que aparearse electrones en parejas que se llaman pares de Cooper, pero ese emparejamiento puede ocurrir por motivos muy diversos. Lo que se sospecha es que las formas en las que estos pares de Cooper se emparejan puede deberse a mecanismos que a día de hoy no se conocen en la naturaleza porque faltan los ingredientes convencionales. Se supone que los mecanismos que generan la superconductividad deben ser otros que no conocemos, así de simple. Ahí radica la importancia de este proyecto. Tiene opciones de descubrir mecanismos que irían directos a un libro de texto.
– ¿A un investigador como usted la naturaleza le sigue sorprendiendo?
– Me sigue sorprendiendo todos los días. En general, uno hace un experimento pensando que va a encontrar algo y muchas veces no responde como lo esperabas. Ahí está la magia de este trabajo. Te pones a hacer algo y ves que es más complicado de lo que pensabas.
«Lo que le estamos pidiendo a la naturaleza es que nos deje llevar corriente eléctrica sin gasto»
– O incluso mejor de lo esperado...
– Sí, pero puede ser más complicado también. A veces te quedas a medias porque no lo llegas a entender. Hay veces que te estás perdiendo algo y te lo perderás para siempre.
– ¿De qué nos sirve entender los mecanismos de la superconductividad?
– Aunque solo fuera para dejarlo escrito en los libros, aunque fuera un resultado académico, merecería la pena dedicarle tiempo y dinero. Si mañana se extingue la especie y viene otra que vea lo que sabíamos en los libros que hemos dejado escritos, solo por eso merece la pena. Pero más allá de eso se supone que una vez que conoces los mecanismos que generan esta superconductividad en un material como grafito, quién sabe si se podría empezar a aplicar en otros materiales.
– ¿Qué ocurriría?
– Probablemente en las próximas dos décadas se van a encontrar otras formas de superconductividad que todavía no existen. Quién sabe si este tipo de conocimiento nos puede llevar a una súper conductividad de temperatura ambiente. No que nos la encontremos, sino que la entendamos y seamos capaces de generarla nosotros en un material.
– ¿Eso lo cambiaría todo?
– Siempre ha sido el Santo Grial de la física de la materia condensada y en general de la física. Lo que estás pidiendo a la naturaleza es que te deje llevar corriente eléctrica sin gasto, porque ahora si pasas mucha se calienta el cable, tienes que utilizar ventiladores y parte de la energía que se está suministrando se está perdiendo en calor. Imagínese si no hubiera pérdidas. Nos resolvería el problema energético.
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