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Después de hacer noche en Irun, el objetivo era poder seguir hacia Francia. Fotos: De la Hera

Retoman su camino hacia Europa

Inmigración ·

Alrededor de medio centenar de migrantes en tránsito han llegado a Irun en las últimas horas tras la reapertura de las fronteras europeas. Varios han tenido que dormir en la calle por la falta de recursos activos

Macarena Tejada

San Sebastián

Sábado, 4 de julio 2020, 07:51

Las previsiones se han cumplido. Alrededor de medio centenar de migrantes en tránsito llegaron a última hora del jueves a Irun. Tras la reapertura ... de fronteras con otros países como Francia, estas personas, que en su mayoría vienen de haber pasado el confinamiento en los dispositivos que tiene la Cruz Roja en ciudades como Granada, Sevilla o Madrid, han retomado el viaje que emprendieron hace meses con destino Europa y que se vio paralizado por el coronavirus.

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La red de acogida de Irun, que junto a la Cruz Roja ha sido la encargada de atender desde el jueves a los migrantes que han llegado a una ciudad que se ha visto «desbordada» por la situación. Si bien aseguran que fueron recalando en grupos pequeños, «de unas cinco o seis personas», al final se juntaron unas cincuenta, entre ellas muchas mujeres con sus hijos, que llenaron el único dispositivo disponible a día de hoy en la localidad, un antiguo concesionario de coches que gestiona Cruz Roja, y que tiene aforo limitado debido a las medidas de seguridad por la pandemia.

Gran parte de las cincuenta personas que llegaron eran mujeres con hijos.

«Si en una situación normal contamos con cien camas, ahora solo hay treinta», aclaran desde esta organización. En la noche del jueves al viernes nueve hombres que llegaron de madrugada se vieron obligados a dormir en la calle. Otros tantos, tuvieron que continuar su camino hacia Francia sin descansar en Irun, «porque aquí ya no teníamos cómo ayudarles», se lamentaba una voluntaria de la red de acogida. Las mujeres y los bebés tienen «siempre» prioridad y el recurso ya se había completado con ellos. Además, otras cinco personas fueron reubicadas en una pensión con ayuda del Ayuntamiento irundarra.

Más plazas

En cualquier caso, tanto Cruz Roja como la red de acogida celebraban ayer que el albergue de Martindozenea va a volver a habilitarse a partir de este fin de semana para atender a los migrantes que lleguen en los próximos meses de verano, que se espera que sean «bastantes». Esto podría suponer alrededor de otras treinta plazas más disponibles en Irun. También se estudia ampliar los huecos del otro dispositivo.

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Pese a que Irun es zona de tránsito por su cercanía con Francia, estas asociaciones también trabajan para que se reabran los recursos de otras zonas de Euskadi, como el de Vitoria o Bilbao, porque «este no es solo un problema que afecta a Irun». Tenerlos otra vez en funcionamiento «ayudaría a reubicar a estar personas para evitar que pasen noches en la calle». Anoche se esperaban más llegadas.

Voluntarias de la red ciudadana de Irun atendieron a los migrantes.

La mayoría de quienes llegaron el jueves lo hicieron en tren o autobús, de la misma forma en la que partieron ayer hacia tierras galas. Algunos consiguieron su objetivo o, al menos, la red de acogida no volvió a tener señales suyas. Otros, en cambio, fueron devueltos por la policía francesa.

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Mientras tanto, en el dispositivo de la Cruz Roja, «por seguridad», toman la temperatura a todos antes de acceder a las instalaciones, les obligan llevar la mascarilla en todo momento y cuidan la distancia de seguridad «tanto en las zonas comunes como entre las camas». Por si se diera el caso, han creado una zona de aislamiento para posibles positivos de Covid-19.

Además, cuando llegan al recinto, los voluntarios les piden la identificación «para saber de dónde vienen y en qué recurso han estado anteriormente», porque pese a que la mayoría son de Guinea Conakri, Mali y Costa de Marfil, es gente que ha dejado sus países de origen hace tiempo y que lleva semanas, incluso meses, atascado en diferentes puntos del Estado español, con el único objetivo de alcanzar lugares como Francia, Bélgica, Inglaterra o Alemania.

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En lo que va de año Cruz Roja ha atendido a más de 1.300 migrantes en tránsito en todo Euskadi, sin contar con quienes han llegado en las últimas horas. El mes «más complicado» hasta el momento ha sido el de febrero, con casi 600 personas. Por eso, pese a la complejidad de la situación, los voluntarios insisten en la necesidad de más recursos. En 2019, en los meses de verano, se atendió a 1.012 personas en Euskadi -181 en junio, 398 en julio y 433 en agosto- y 4.244 en todo el año.

Tres escenario

El Gobierno Vasco planteaba hace unos días tres escenarios ante la llegada de migrantes prevista, y anunciaba que iba a adecuar las plazas en sus albergues, como el de Irun u Oñati a las «nuevas limitaciones generadas por el riesgo de contagio». En caso de un escenario que duplique las llegadas de 2019 se abriría otro espacio en Gipuzkoa.

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Por ahora, en el de Irun, ese aforo, al parecer ha quedado reducido a treinta, insuficientes para acoger a este primer gran grupo de personas migrantes que han recalado en Gipuzkoa este verano. Después del final del estado de alarma, este podría ser un escenario habitual en las próximas semanas.

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