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Los bólidos corrían ante una multitud vibrante. RICARDO MARTÍN / FOTOCAR
1935 | «Uno de los más espectaculares circuitos»

1935 | «Uno de los más espectaculares circuitos»

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

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Lunes, 28 de septiembre 2020, 20:05

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Hoy domingo en Lasarte, acontecimiento automovilístico: Hombres y máquinas se lanzarán a una lucha de máxima emoción».

Así titulaba 'La Voz de Guipúzcoa' el 22 de septiembre de 1935 la primera de las tres páginas que dedicaba a los pormenores del Circuito Automovilístico de Lasarte. Tras la prueba, que ganaría el piloto Rudolf Caracciola, el evento ocuparía cuatro páginas más.

Nadie sabía que sería la última edición del Circuito Internacional de San Sebastián, más conocido como el Circuito de Lasarte. La Guerra Civil terminaría con este acontecimiento de las cuatro y las dos ruedas.

«Rapidísimo, a pesar de lo accidentado, permite a los pilotos alcanzar escalofriantes velocidades». Esto decían del Circuito Automovilístico de Lasarte, que atraía a miles de aficionados. Hace 85 años, los motores rugieron allí por última vez

Un acontecimiento que muchos guipuzcoanos vivían con emoción y para verlo llenaban no solo las gradas del Hipódromo sino todas las laderas y curvas de aquel circuito urbano (aunque habría que decir rural) que cubría 18 kilómetros por Andoain, Urnieta y Hernani.

«Máquinas desencadenadas»

Francisco Turrillas, en 'La Voz de Guipúzcoa', recibía hace 85 años la prueba automovilística con mucha pasión: «Desde que se corrió por primera vez en nuestras carreteras una prueba de automóviles hemos sentido una gran simpatía por esta clase de carreras que unen al entusiasmo que despiertan la emoción del peligro evidente que corren estos hombres que, al mando de sus máquinas desencadenadas, se juegan la vida en cada milímetro del terreno».

«El circuito de Lasarte –afirmaba– es uno de los más espectaculares del mundo entero. (...) Rapidísimo, a pesar de lo accidentado, permite a los pilotos alcanzar escalofriantes velocidades. Limpio de obstáculos, con su pista excelentemente cuidada, más bien parece un autódromo que una carretera general».

Levantaba pasiones aquella competición que había nacido en 1923, con un percance que contó José Berruezo así: «Tomaron parte en las competiciones 23 motos, 24 autos y 28 coches de carrera, pero a causa de una defectuosa organización no pudieron pagarse los premios. Ante el desprestigio que ello suponía para la ciudad y la amenaza de la Federación Internacional del Automóvil de vetar a San Sebastián y a España para montar en lo sucesivo pruebas internacionales, el Ayuntamiento abonó el importe y dándose cuenta del interés que para una ciudad turística podía tener la organización de esa clase de pruebas deportivas, confió a destacados aficionados la del próximo año. De esta manera nació el Real Automóvil Club, a cuyo cargo corrió la organización del que popularmente se llamó 'Circuito'».

Se convirtió en una de las citas del verano donostiarra que atraía a un mayor número de foráneos. En la que sería su última edición se calculó que aparcaron en las inmediaciones de Lasarte 20.000 vehículos, muchos con matrículas francesas. Alrededor de 150.000 personas presenciaron la prueba, de la que se fueron retirando el navarro Leoz, con Bugatti, y uno de los favoritos, Nuvolari, que conducía un Alfa Romeo.

Venció el alemán Caracciola, cuyo Mercedes recorrió el circuito a una velocidad media de 164 kilómetros por hora, tardando 3 horas y 9 minutos en recorrer 520 kilómetros. Sin embargo, el récord fue para Achille Varzi, al dar su vuelta más rápida a 173,8 km/h.

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