La calle de la memoria

1985 | Seguían cenando angulas en las sociedades

La tradición seguía pesando y algunos hogares y la mayoría de las sociedades populares aún seguían incluyendo en sus menús a las crías de las anguilas. Escribían el 19-I-1985...

«Las angulas son el principal componente en las cenas de diferentes sociedades de San Sebastián, aunque el problema reside en la escasez de las mismas, ya que en numerosos puestos las codiciadas angulas han escaseado debido a las condiciones climatológicas habidas en los últimos días».

Las angulas, entonces sin sucedáneos (las 'gulas' no se lanzarían al mercado hasta 1991), encarecían los precios para la gran cena, pero aún pocas sociedades se animaban a prescindir de ellas.

DV consultó los menús en siete y en 1985 sólo dos habían decidido privarse de ellas. Eran Kondarrak y Artzak Ortzeok. En esta última cenaron «consomé, bacalao, solomillo con guarnición, tarta, champán, café, copa y puro» por 1.750 pesetas y en Kondarrak, «sopa de pescado, sapo a la americana, solomillo con guarnición, postre, champán, café, copa y puro», por 2.500.

(Tenemos que hacer una aclaración con la querida sociedad del barrio de Gros, que cumple ochenta años como sociedad y 75 sacando tamborrrada. El miércoles copiamos el programa festivo de 1975, que incluía 13 tamborradas. No advertimos que nuestros compañeros de hace medio siglo se saltaron una línea y se comieron mencionar a Kondarrak, que salió a las 8:30 de la mañana, pasando el total de compañías a catorce. Aclarado queda el lapsus).

En 1985, las otras cinco sociedades consultadas incluyeron la cazuelita de angulas en sus menús, cuyos precios oscilaban entre las 2.500 pesetas en Ur Zaleak y las 3.500 en Gaztelubide e Itxas Gain. Algunos empezaban la cena con sopa de pescado (Ur Zaleak, Kondarrak e Itxas Gain), otras con consomé (El Cangrejo, Artzak Ortzeok y Gaztelubide), mientras que los más originales eran los de Gizartea, que antes de las angulas tomaban almejas crudas.

Después de las angulitas, triunfaba el solomillo con guarnición, que cenaron en seis de las siete sociedades. Sólo se distinguió Gaztelubide, donde degustaron una chuleta deshuesada. Tras distintos tipos de postres, todos acabaron con el entonces clásico «champán, café, copa y puro».

La fiesta de hace cuarenta años se desarrolló con normalidad, y con la emoción de Alfredo Landa al recibir el Tambor de Oro y de Fernando Abad al ser nombrado tambor mayor honorífico de la Infantil. Se registró en 1985 un dato curioso: hubo tantas tamborradas de adultos como de niños, 37.