La calle de la memoria
1970 | Charcos tan grandes como ArtikutzaEn la actualidad, sigue habiendo baches y charcos en nuestra Donostia, pero se trata de casos más o menos aislados que en general se reparan ... más pronto que tarde.
En 1970, por poner una fecha, los socavones eran muchos más, tantos que podría hacerse un catálogo con todos ellos y un plano indicando su ubicación. Hojeando ejemplares de EL DIARIO VASCO de octubre de hace 55 años, encontramos que el tema bache, con su versión acuática de charco, era uno de los más habituales entre las quejas ciudadanas de la sección 'Sirimiri'.
En ella podía leerse que «los chaparrones de estos días han llenado de lagunas –algunas tan grandes que bien podrían calificarlas de lagos– diversas zonas de la ciudad. El Paseo de los Fueros es una de ellas. Como constantemente hay coches aparcados en el paseo, abundan los baches que, en cuanto llueve, se convierten en charcos».
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En la esquina de Fueros con el parque de Amara «hay casi tanta agua como en el embalse de Articuza», escribían. Los baches y charcos invadían la ciudad. Hubo quien propuso elaborar un plano de socavones para facilitar la labor a la bacheadora
Si la mención a lagunas y lagos les parece exagerada, siéntense, que esto no ha hecho más que empezar. El mismo lector continuaba con hiperbólica ironía: «Pero donde no es un charco sino auténtico lago es en ese mismo paseo (Fueros), en la esquina con el Parque de Amara. Allí hay casi tanta agua como en el embalse de Articuza. Algún registro no funciona y aquello parece una reproducción en miniatura de los lagos Masurianos».
Remiendos
Recordemos que Masuria es una región polaca famosa por sus 2.000 lagos. Otro día comentaban que los baches no se solucionan con parches...
«Estos días que la lluvia nos acompaña, la ciudad vuelve a mostrar en toda su plenitud los baches. Nos han llamado del Ensanche de Amara, para que nuevamente demos un toque de atención. Comprendemos que nos anuncien que llegará un momento en que no puedan los inquilinos entrar en sus casas, pero también entendemos que el poner un remiendo a un problema no soluciona definitivamente el mismo, sino que resuelve la papeleta de momento. Mientras que en el Ensanche de Amara no se acometa el problema de la urbanización de infraestructura y de superficie, no hay nada que hacer».
En Amara Berri estaba la excusa de que se encontraba pendiente de urbanizar , pero los socavones se extendían por doquier. En el 'Sirimiri' del 22 de octubre de 1970 apareció una idea curiosa...
«Ayer, nos propusieron redactar un plano con los baches de la ciudad. No es un desatino. Así la bacheadora tendría un trabajo ordenado que realizar, cuando amainen las lluvias. No creemos que este trabajo sea tan costoso. Además, suponemos que en otoño e invierno no quedará anclada la bacheadora en el almacén municipal, a la espera del buen tiempo, a la llegada de la primavera, mientras los baches se agrandan, para así evitar un gasto inútil».
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