1950 | En San Sebastián funcionaban 38 zapaterías

Calzados Tello, Miracruz (Juli) o Ayestarán son ejemplos de zapaterías históricas que han sobrevivido, pero otras muchas se quedaron por el camino. Muro, La Imperial, Barriola, Bravo, Siglo XX, Versalles, Chiarelli y tantas y tantas otras quedaron para el recuerdo, con su olor a cuero y su cuidada atención. ¿Cuántas zapaterías habrá tenido San Sebastián a lo largo de su historia? Imposible determinarlo. Lo que si conocemos es un dato llamativo de un momento concreto. En 1950, en nuestra ciudad funcionaban exactamente 38 zapaterías, en las que trabajaban unos 120 vendedores.

El dato lo proporcionaba a El Diario Vascoel fabricante de calzado Guillermo Tello, entonces presidente de la Federación Mercantil de Gipuzkoa y del Gremio de Comerciantes de Calzado. Tello aparecía en el periódico con motivo del día de San Crispín (25 de octubre), patrón del gremio del calzado. Una jornada que entonces, como otras de diversos gremios, se celebraba a lo grande. Según escribía Alfredo R. Antigüedad, «en las animadas fiestas se puso de manifiesto el compañerismo existente y la fraternidad que hay entre patronos y dependientes. Se reunieron todos ellos por grupos, en comidas de hermandad, tuvieron fiestas teatrales y un concurridísimo baile».

Precisamente durante la comida que celebraba con sus empleados en el restaurante Odriozola de Martutene entrevistaba Antigüedad a Guillermo Tello, quien hacía una radiografía en datos del sector hace 75 años. En San Sebastián había entonces 38 zapaterías, una fábrica de calzado, tres talleres y doce casas, «muy renombradas, por cierto», especializadas en la confección de zapatos a medida. También se contaban unos cincuenta zapateros de portal.

Compradores extranjeros

Calculaba Tello que por aquel entonces debían venderse cada año en San Sebastián aproximadamente unos 100.000 pares de calzado. «Y la cifra, proporcionalmente, es mucho más alta que en la mayoría de las poblaciones», indicaba.

Ello era posible gracias a que compraban en las zapaterías donostiarras numerosos extranjeros atraídos por su calidad a precios razonables. Como afirmaba Tello, «los precios de calzado son infinitamente más baratos en España que en Francia, en Inglaterra, en Italia y puede afirmar que en toda Europa». Por ello, en zapaterías como Calzados El Siglo, La Imperial, Barriola, Ambielle o Apaolaza entraban muchos franceses. «Hasta el año pasado eran las señoras quienes más compraban de Francia, pero ahora es el calzado de hombre el que vienen a comprar en más número los franceses».

Le comentaba el reportero la creencia popular de que a los vendedores de zapatos no les interesaba ofrecer calzado demasiado bueno, porque así vendían menos. Y respondía: «No lo crea (...). A nosotros nos conviene que el calzado sea bueno y que el cliente esté satisfecho».

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