1949 | Una Navidad «londinense», por la niebla, y hogareña
Envuelta en niebla, la Nochebuena donostiarra parecía londinense. Los anuncios luminosos, como caídos del cielo, quedaban prendidos en la pizarra grisácea y las luces de ... las farolas eran puntos suspendidos en el aire».
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Así describían en DV, el 27-XII-1949, la Nochebuena de 75 años atrás. Nada que ver con el jolgorio actual: «En las calles, ni un coche ni un transeúnte. Por lo visto, fue una noche absolutamente hogareña, salvo para cuantos salieron a la misa del gallo».
Hace 75 años, sin saber que se multiplicarían, se empezaban a quejar de los precios de las angulas. Escribía el cronista de DV: «No creo que en muchas casas se dieran el capricho de comer angulas; y si se lo dieron, es probable que se les indigestaran porque ya hace falta cada dura para pedir –¡y para comprarlas!– cuatrocientas pesetas por un kilo de esos bichitos que son deliciosos, en efecto; pero, pagadas a ese precio, deben de sentar mal. En cambio, el turrón está más barato este año».
En la crónica navideña de 1949 que estamos leyendo reflejaban que, tras una noche neblinosa y recogida, el día de Navidad «el buen tiempo lanzó a la calle a las gentes y la ciudad se ha visto estos días enormemente animada, siendo incesante el desfile ante los belenes y 'nashimientos', instalados cada vez con más propiedad y gusto».
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Tema de conversación durante las Navidades de 1949 fue la creación, ya decidida pero aún articulándose, de la Diócesis de San Sebastián: «Continúa hablándose de las nuevas diócesis vascongadas y empiezan a sonar nombres de posibles prelados. Parece que gana puntos la parroquia del Buen Pastor que, ciertamente, en lo externo tiene traza de catedral, en cuyo caso el actual Instituto Peñaflorida podría ser la residencia episcopal». (Esto último no sería así y el obispo no residiría en el actual centro Koldo Mitxelena).
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