Las mascotas se van de colonias

Tras varios días de 'colonias', Bixki se despidió de los que habían sido sus compañeros con ladridos. Sus dueños llegaron al hotel Sitcan, en Aia, para recogerle tras las vacaciones. Un alojamiento para perros donde Ika y Casper son los mejores anfitriones que uno se podría encontrar, y reciben a todos sus huéspedes a lametones y saltando de alegría. Sus dueños, Kepa García y su pareja, Denise Meizoso, se encargan de este hotel perruno. García, natural de Donostia, inauguró el centro en junio de este 2022, aunque tiene seis años de experiencia en el adiestramiento de perros. «Yo estudié empresariales y después de la universidad trabajaba en una empresa, pero no me llenaba y empecé con el mundo del adiestramiento canino», explica. Se encontró ante la oportunidad de sus sueños cuando pudo alquilar un recinto y crear este hotel para perros. Además tuvo la suerte de que ya tenía un nicho de clientes cuando empecé con el hotel, «pues muchos dueños de perros que adiestraba confiaban en mí».

En solo tres meses Sitcan ya ha cogido forma y actualmente hospeda a 28 canes, aunque se espera que este fin de semana lleguen más. Y es que, según su encargado los viernes son días de muchas llegadas, pues mucha gente los deja aquí el fin de semana entero». Otros, en cambio, optan por la opción de guardería de día para poder disfrutar de la jornada de verano y recoger a su perro a última hora del día. Incluso hay algún perro que va a estar hasta septiembre en este hotel. «Agosto es el mes clave para los hoteles caninos», explica García, que ha tenido que dejar las sesiones de adiestramiento que ofrece habitualmente para enfocarse durante este último mes en el cuidado de los perros que hospeda, que no son pocos.

La vida en Sitcan es bastante rutinaria para los perros que se hospedan. Cada uno duerme en una habitación individual y García los pasea dos veces al día en grupos reducidos que forma haciendo un estudio previo en el que analiza el carácter y el sexo de cada uno. Asegura que hay perros que son más problemáticos que otros, por lo que los pasea por separado. «Quiero evitar los conflictos para que los perros salgan igual de tranquilos de lo que entraron», añade el adiestrador.

Además, también explica que «hay algunos perros que tienen mucho apego a sus dueños y tardan un par de noches en acostumbrarse a estar lejos de ellos, por lo que al principio están un poco estresados». Entre ellos están los perros «hijos de la pandemia», como los denomina García. Son los cachorros que se criaron durante los meses de la pandemia y que no pasaron por las etapas clave de socialización como deberían. «Pasaron de cero estímulos a cien», aclara el adiestrador.

García asegura que la vida rutinaria les hace estar más tranquilos. Durante las horas muertas, los perros hacen ejercicios de masticación y estimulación del olfato para que estén entretenidos. En cuanto al tema de cepillado y baños de cada perro «funcionamos bajo demanda, según nos pida el cliente».

No todos los perros pueden entrar en Sitcan. Antes de poder hacer el 'check in' hay un proceso, como una desparasitación interna y externa y tienen que contar con la vacuna de tos de perrera. «Una vez comprobamos que cumplen con los requisitos, tomamos los datos del cliente, nos dejan la cartilla y unos se van de vacaciones y otros de colonias», comenta el donostiarra entre risas. Sin embargo, él mismo reconoce que ha habido perros a los que no podía hospedar por su propia salud. «Yo no puedo coger a un perro que me vaya a morder cada vez que me acerque, todo parece fácil y sencillo, pero no lo es», asegura García. En cuanto al futuro más cercano del hotel, explica que aunque «el verano es una época de mucha demanda en los hoteles caninos», él ya tiene reservas para septiembre.

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