«Si hay que mantener dos metros entre mesas, nos quedamos igual que ahora»
A partir del lunes, la capacidad de cada establecimiento será del 100%, pero limitada por la separación de 2 metros entre mesas y 1,5 metros entre clientes en la barra
Los bares vascos retomarán a partir del lunes esa costumbre de que sus clientes pidan sus consumiciones o tengan largas conversaciones en la barra. ... Estos locales, unidos a los restaurantes, se podrán olvidar de las limitaciones de los aforos que tantos quebraderos de cabeza han dado desde que se inició la desescalada.
Así, los porcentajes de aforo se apartan del terreno de juego y ceden el bastón de mando a la distancia entre clientes, que será la que marque cuántas personas pueden estar en el local: dos metros entre mesas, tanto en terraza y como en el interior, y 1,5 metros en barra. «Una noticia positiva», reconoce el secretario general de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, Kino Martínez. Lo dice fundamentalmente porque mientras que en el resto del Estado, los clientes deberán guardar dos metros de separación entre ellos si desean estar de pie, Euskadi ha conseguido rascar medio metro a la baja, que en según qué establecimientos se notará y mucho.
De esta forma queda satisfecha una de las reivindicaciones del colectivo de hosteleros desde el inicio de las fases de desescalada. Hace un mes que Martínez subrayó que el aval de la seguridad sanitaria no debía ser el aforo y sí «la distancia». Entonces ya reclamó esta cuestión, alegando que «el aforo se refiere a la capacidad de evacuación del local en caso de incendio, en función de variables como el tipo de puertas de salida, si tiene columnas, etcétera». Por ello, en su opinión, «no parece lógico que un valor que se aplica con criterios de seguridad ante incendios valga en materia de seguridad sanitaria».
No obstante, y dejando de lado los pasos que se han dado en los últimos treinta días, sí expresa que esa obligación de mantener una distancia de dos metros entre las mesas que estén dispuestas en el interior, permite que los locales más amplios puedan tener mayores garantías de salvar el año, mientras que otros «ni lo notarán».
La separación entre clientes en la barra será 0,5 metros inferior que en el resto del Estado
fase 3 en euskadi
En Gipuzkoa ya han abierto cerca del 60% de los locales, mientras que en Donostia rondan el 45%
asociación de hosteleros
«Hay restaurantes que sí verán una diferencia, como aquellos con estrella Michelín, muy espaciosos, que precisamente garantizan cierta privacidad de cada mesa con separaciones de hasta cuatro metros. Pero para los establecimientos más convencionales, como muchos de los que hay en la Parte Vieja de Donostia, a los que no les va a suponer ninguna mejora respecto a la fase anterior, porque esos dos metros limitan muchísimo».
Un caso es el Gandarias, situado en la calle 31 de Agosto. Este restaurante tenía un total de 20 mesas dispuestas en su comedor antes de que se desatara la pandemia, y desde que Euskadi entró en fase 2 el pasado 25 de mayo, únicamente ha podido colocar 9. «Para nosotros no es ninguna ventaja», comenta José Mari Agirre, «porque si tenemos que garantizar dos metros entre mesas, nos vamos a quedar igual que ahora», comenta. La parte positiva, por aquello de encontrarle una, es «que al estar más holgados los clientes están más cómodos y se trabaja con más tranquilidad».
Ajuste de normativa
Desde que arrancaron las fases de desescalada, los establecimientos de hostelería guipuzcoanos están en un vaivén de emociones constante. Entre el júbilo y el lamento. Normas anunciadas, que posteriormente se retiran; medidas aprobadas que sobre el papel parecen esperanzadoras, pero que en la práctica no lo son... Hacer coincidir las piezas del puzzle no es tarea sencilla, y menos aún cuando las características de cada establecimiento marcan la diferencia.
En Gipuzkoa, cerca del 60% de los establecimientos ya están en funcionamiento, comenta Martínez, en base a datos recogidos el pasado fin de semana. La realidad concreta de San Sebastián, en cambio, es bien distinta. En la capital guipuzcoana existe una mayor resistencia a subir la persiana y el volumen de bares y restaurantes que han dado el paso a retomar la actividad se sitúa en el 45%. «Esto se debe a que en Donostia hay mucho bar pequeño o mucho local de barra y alguna mesa, que hasta ahora no han podido o no les ha compensado abrir», defiende.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión