El cierre de locales de juego en la pandemia reduce un 22% las apuestas en Gipuzkoa
Solo los canales ''online'' mantienen la actividad, que el pasado año movió 100 millones de euros en Gipuzkoa con 12 millones de apuestas pese a la suspensión de eventos
Es un espejismo más fruto de la pandemia. Un paréntesis probablemente fugaz en el vertiginoso ascenso que el juego, y concretamente las apuestas 'online', ... ha experimentado en los últimos años en Euskadi. Pero en 2020, el cierre de locales y la suspensión de eventos deportivos y espectáculos han supuesto una caída de las apuestas de un 22% en Gipuzkoa, algo menos en toda la CAV, y con ello una reducción del volumen económico que mueve esta actividad: 100 millones de euros en Gipuzkoa, respecto a los 127 jugados un año antes.
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La Memoria de Juego y Espectáculos 2020 del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco parte de la premisa de que los datos del pasado año no se pueden comparar con los de ejercicios precedentes en los que el avance en la tecnología y la eclosión de plataformas de juego 'online' han llevado a multiplicar hasta por 14 en siete años tanto el número de apuestas como el dinero jugado desde casa, a través del móvil o el ordenador.
El Gobierno Vasco levantó el día 9 la restricción de cierre de establecimientos de juego en las zonas rojas
límites
El confinamiento de hace un año, aunque el informe del Ejecutivo no da cifras concretas de ese periodo de tres meses, concentró en los canales 'online' los juegos de azar. El cierre de los locales físicos derivó completamente a internet esta actividad, que ha mantenido su pujanza con apenas una caída del 0,4% cuando locales de apuestas o salones de juego han experimentado una bajada de entre el 32 y el 50% de actividad a lo largo del año. Estos establecimientos han sido de los últimos en abrir por completo, ya que el Gobierno Vasco los incluyó en las restricciones adicionales a aplicar en las zonas rojas de contagio y no ha sido hasta el pasado 9 de marzo cuando el último decreto aprobado levantó ese cierre en los municipios que aún tienen altas tasas de transmisión del virus.
Esas restricciones han reducido el número total de apuestas y modificado notablemente el reparto del juego entre los diferentes canales. En Gipuzkoa, el pasado año se validaron 7,9 millones de apuestas frente a los 11,7 del año anterior. Y la mayoría esta vez se realizaron 'online', no en las máquinas habilitadas en los bares. El cierre de la hostelería durante meses ha reducido a la mitad el número de apuestas realizadas desde sus terminales, de 4,4 millones en 2019 a 2,6 en 2020. Ocurre lo mismo en locales de apuestas, salones de juego y córneres, pero no a través de internet, donde el pasado año los guipuzcoanos tentaron a la suerte 3,2 millones de veces, apenas 200.000 apuestas menos que el año anterior. En Euskadi se tramitaron por todas las vías un total de 27,5 millones de apuestas, un 32% menos que en 2019, pero 'online' tanto en Bizkaia como en Araba el número ha subido ligeramente durante 2020.
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La eclosión de plataformas 'online' multiplica por 14 en siete años el número de apuestas por internet
evolución
Aunque el número de apuestas ha sido menor durante esta crisis sanitaria, la cantidad jugada se ha elevado, ya que la recaudación no cae tanto como las apuestas, solo un 22%. En Gipuzkoa, el juego movió el año pasado 100,4 millones de euros, 27,5 menos que el anterior. Es el primer frenazo tras 14 años de subida imparable de la recaudación, que en 2003 se situaba en 8 millones y en 2019, el máximo alcanzado, en 127,9. En toda Euskadi el juego movió el pasado año 289 millones de euros.
Las empresas homologadas han ampliado también su margen de ganancia a lo largo de este periodo. Si en 2003, la diferencia entre lo recaudado y los premios concedidos era del 9%, el pasado año llegaba hasta el 14%. Concretamente en Gipuzkoa, 13,1 millones de recaudación neta, tras repartir 87,2 millones en premios por los 100 jugados.
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La crisis sanitaria no ha mermado el número de locales físicos disponibles para apostar, más allá de los miles de permisos para máquinas de juego repartidas en establecimientos hosteleros además de locales específicos. En 2020 había en Euskadi 257 locales de juego y otros cuatro se encuentran en tramitación o pendientes de su apertura. Son 261, uno menos que los registrados el año anterior, según los datos de las memorias del Departamento de Seguridad. El Ejecutivo vasco paralizó hace un año la concesión de nuevas licencias para abrir este tipo de locales, por recomendación del Observatorio del Juego que desde 2018 analiza este sector y su impacto social, y trasladó recomendaciones para evitar el incremento de casos de adicción sobre todo entre las personas más jóvenes.
El Ejecutivo limitó hace un año la apertura de más locales de juego, ahora en Euskadi hay 257
establecimientos
El Ejecutivo se propuso revisar además el mapa de locales de juego con el fin de alejarlos de los colegios y, con ello, proteger a los menores de edad, uno de los colectivos vulnerables ante el reclamo de las apuestas 'online'. Mediante este canal, la última encuesta sobre hábitos de juego del Observatorio que data de 2019 señalaba que el 7% de los ciudadanos con menos de 35 años apostaba 'online', sobre todo en juegos de cartas como el póquer o en competiciones deportivas.
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Autoprohibiciones
La reducción de la actividad presencial ha conllevado una disminución en el número de inspecciones llevadas a cabo y de infracciones detectadas. En el caso de los menores, la dirección de Juegos y Espectáculos realizó 2.384 inspecciones sobre su presencia en locales de juego y hostelería con máquinas, y abrió 19 expedientes por infracciones relacionadas con menores. Otros 19 se debieron a «irregularidades en las máquinas» y 5 por juego ilegal. En Euskadi, hay 1.214 personas que de forma voluntaria han decidido autoprohibirse el juego. Están inscritas en los registros de interdicciones vasco y estatal. 326 son de Gipuzkoa, 101 mujeres y 225 hombres.
La memoria no recoge el juego en loterías, que acapara el grueso de la actividad de azar de la ciudadanía y que regula el Estado, ni tampoco las apuestas «de carácter minoritario», como las «de deporte rural o en los frontones», cuyo montante económico es «muy limitado», y más con la suspensión de partidos y competiciones el pasado año y la restricción del público.
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