Libertad bajo fianza para los dos acusados de violar a una joven de Bergara y su amiga en Gijón

Regresarán a Braga, donde se encuentran los otros dos procesados por el mismo asunto, que quedaron en libertad tras ser detenidos, pero unidos al procedimiento judicial. La instrucción judicial avanza con los cuatro en la calle, pero con una orden de alejamiento de las denunciantes y con el pasaporte retirado.

Los hechos se produjeron el pasado 25 de julio. Cuatro jóvenes de nacionalidad portuguesa, con edades comprendidas entre los 20 y 30 años, viajaron a Gijón a pasar el fin de semana y conocieron a dos chicas, que los acompañaron al hotel. Fue allí donde, supuestamente, ocurrió la agresión sexual. El grupo de amigos actuó como una ' manada' y urdieron supuestamente una encerrona a dos chicas, de 22 y 23 años, para abusar sexualmente de ellas y forzarlas a mantener relaciones con todos ellos en contra de su voluntad. Llegaron a golpearlas con violencia para conseguir sus objetivos. Los agresores, que llevaban pocas horas en la ciudad cuando abordaron a sus víctimas, habían alquilado habitaciones en un hotel en las inmediaciones del 'solarón'.

Según se desprende del relato aportado por las víctimas, al presentar denuncia en la Comisaría de Policía Nacional de El Natahoyo, la secuencia de los hechos fue la siguiente. Las dos amigas conocieron a un joven portugués en un conocido bar de copas del Muelle con el que previamente habrían entablado contacto a través de la red social Instagram de amplio manejo entre veinteañeros. Ambas accedieron a la propuesta del luso para alargar la noche de diversión en el hotel Albor del barrio de El Carmen de Gijón, donde este varón dijo que se alojaba.

Por el camino hacia el establecimiento, se les unió otro joven y, al llegar a la habitación, se encontraron sorpresivamente con otros dos hombres que las agredieron físicamente y las obligaron a mantener relaciones sexuales con todos ellos. Con los dos conocidos y los otros dos a los que no habían visto nunca y estaban dentro de la habitación para completar la emboscada.

Después de consumarse la presunta violación múltiple, las dos víctimas consiguieron irse a su casa, donde se tranquilizaron y, al cabo del tiempo, decidieron volver a la calle y dar aviso a la Policía Local de los graves hechos. A partir de ese momento se estableció un importante despliegue policial para dar con los autores y, entre las siete y las ocho de la mañana, algunos testigos vieron salir esposados a los jóvenes portugueses de un portal ubicado en el número 16 de Pedro Duro e introducirlos en coches policiales.

Los cuatro jóvenes declararon ante la jueza de guardia, María Luz Rodríguez Pérez, y la fiscal. Todos ellos defendieron su inocencia, negaron los hechos delictivos que se les imputaban y aseguraron que las relaciones sexuales con ambas jóvenes que les denunciaron fueron consentidas. Declararon que no utilizaron fuerza ni violencia para someter a las mujeres en contra de su voluntad, como se les acusó. Las denunciantes se mantienen «firmes en su declaración».