Juzgan a la camarera de un bar de Irun acusada de apropiarse de 116.000 euros
Al parecer realizaba operaciones en la caja para generar un exceso de efectivo y se enfrenta a cuatro años de prisión y una multa de 3.000 euros
Una mujer que trabajó como camarera en un bar de Irun durante tres años será juzgada por la Audiencia de Gipuzkoa como presunta autora ... de un delito continuado de apropiación indebida. La Fiscalía considera que llegó a sustraer más de 116.000 euros, realizando operaciones en caja que generaban exceso de efectivo. Piden para ella una pena de 4 años de prisión, 3.000 euros de multa, y la devolución del dinero sustraído a la responsable del establecimiento.
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, la procesada trabajó en el bar entre 2016 y 2019, y aprovechaba los turnos en los que estaba sola y que podía acceder a la caja registradora para realizar los movimientos. Así, de forma «diaria y deliberada», después del pago de un cliente registraba operaciones de devolución, por lo que generaba un exceso de efectivo que se quedaba para sí, y también realizaba ventas sin emitir ticket, apropiándose del dinero de las mismas. Según la Fiscalía, se apropió de un total de 115.181,96 euros utilizando su pulsera de registro. Pero, además, se hizo con otros 1.004,36 euros usando la pulsera maestra de la responsable del bar, que estuvo extraviada durante dos meses, haciendo los mismos movimientos.
Otro hombre está acusado de apropiarse de casi 300.000 euros de la herencia de una amiga
Por estos hechos la Fiscalía le acusa de un delito continuado de apropiación indebida, por el que solicita la pena de 4 años de prisión y 3.000 euros de multa.
Por el mismo delito será juzgado también en la Audiencia de Gipuzkoa un hombre al que el Ministerio fiscal acusa de apropiarse de parte de la herencia de una amiga, que le dejó como administrador del dinero que legaba a sus dos hijos. En este caso, la pena que se pide es de dos años y medio de cárcel, además de una multa de 3.240 euros y la devolución del dinero presuntamente sustraído, que asciende a 284.307 euros.
La Fiscalía sostiene que el acusado, al morir su amiga, se hizo cargo de la administración económica de la herencia que había dejado a sus dos hijos, que tenían 19 años, y que ascendía a 1.507.930 euros. Para ello, los hijos otorgaron un poder al acusado que le facultaba a operar con entidades bancarias.
Así, durante seis años, «con clara infracción de sus deberes y abuso de las facultades conferidas, actuando en perjuicio del patrimonio que gestionaba, dispuso de manera irregular en su propio beneficio de numerosas cantidades de dinero, que extrajo de forma continuada de las cuentas bancarias». La cantidad más elevada que llegó a sacar en un año fue de 71.460 euros. En total, la suma de los fondos desviados es de 284.307 euros.
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