A julio le faltaron 25 horas de sol
Las 183,9 horas de insolación, «por debajo de lo normal» según Aemet, propiciaron que fuera un mes «oscuro» en el que llovió «poco»
Con la página de agosto ya abierta en el calendario, la sensación es que el verano en Gipuzkoa aún no ha cogido velocidad de crucero. ... Así lo corroboran los datos y estadísticas que aportan para este periódico desde Aemet, la Agencia Estatal de Meteorología. A pesar de que las temperaturas no hayan sido bajas, «si nos fijamos en las horas de insolación, podemos hablar sin ningún tipo de duda de un mes de julio oscuro y nublado», cuenta Íñigo Caballero, jefe de estudios de Aemet Euskadi. Las 183,9 horas de sol que se han registrado en el último mes en el observatorio climatológico de Igeldo «están por debajo de lo normal, que sería entre las 202 y las 214 horas», afirma Caballero, quien explica que «esa falta de luz y de horas de sol puede estar motivada por el anticiclón que se ha extendido estas últimas semanas por las Azores y que, en consecuencia, nos ha empujado un flujo marítimo hacia el Cantábrico, que es lo que ha provocado que hubiera cielos nublados».
Los datos de las temperaturas y las precipitaciones recogidas en el observatorio de Igeldo apuntan, asimismo, a que ha sido un mes de julio tranquilo y suave en lo climatológico. Los 57,1 litros que se han registrado «significan que julio ha sido un mes seco», destaca Caballero, quien además agrega que «desde que tenemos los datos de Igeldo, 1928, ha habido 73 meses de julio más lluviosos que este que acaba de terminar».
En cuanto a los mercurios, los verdaderos episodios de calor se produjeron en los últimos días de julio, especialmente en el interior, donde se llegaron a alcanzar los 37 grados en localidades como Arrasate. Con todo, según los datos del observatorio de Igeldo, «no se han producido noches tropicales -termómetros por encima de los 25º de madrugada- y apenas ha habido tres, las últimas de julio, en las que las temperaturas por la noche superaron los 20º», indica Caballero, quien matiza que «eso no quiere decir que en otros puntos, especialmente del interior, se hayan registrado temperaturas medias más altas».
De media, además, las temperaturas máximas han sido de 22,1 grados, «lo que convierte, por poco, al mes de julio en cálido». En la serie histórica de datos, este ha sido el 39º mes más caluroso de julio desde que hay información, en 1928. La media de las mínimas, por su parte, ha sido de 16,7º, siendo en este sentido uno de los meses de julio con las mínimas más altas de los últimos 100 años, puesto que solo en otras 20 ocasiones hizo más calor. Caballero, hablando de las mínimas, se refiere a julio como un mes «cálido, pero nada extraordinario». Finalmente, la temperatura media diaria ha sido de 19,4º, que ha provocado que la sensación térmica del mes haya sido «cálida».
Un siglo de observación
Como anécdota, Caballero desempolva los libros de historia de Aemet para recordar cómo fue el mes de julio de 1928 en Gipuzkoa, cuando se recogieron por primera vez datos del observatorio climatológico de Igeldo. «Es curioso, porque los datos de las temperaturas de hace 96 años y los que acabamos de recopilar ahora son parecidos», subraya el jefe de estudios de Aemet Euskadi. En efecto, en la media de las mínimas, por ejemplo, apenas hay una diferencia de 0,3º, siendo 16,7º en 2024 y 17º en 1928. La media diaria varía en un grado, de 19,4º este año a 20,4 en la primera extracción de datos. En cuanto a las máximas, la variación es de dos grados, pasando de 22,1º en 2024 a 24,1º en 1928. Donde se observa una alteración significativa es en las estadísticas de precipitaciones, ya que el mes de julio de 1928 apenas registró 16 litros, «siendo el tercero más seco de los últimos 96 años», sentencia Caballero. Con todo, «estos datos son muy concretos, y no valen para hacer grandes comparaciones de series históricas».
En lo que al planeta respecta, hace poco más de una semana, el 22 de julio, registró el día más caluroso desde que se tienen estadísticas, con una temperatura media de 17,15 grados, según datos preliminares del servicio de cambio climático del programa Copernicus de la Unión Europea.
El verano se resiste
La predicción meteorológica para el fin de semana habla de unos días de temperaturas suaves, lluvias débiles y pocas horas con los cielos despejados. Así, hoy el día se caracterizará, según Aemet, por «los cielos nubosos. Habrá lluvias débiles y chubascos que no se descartan que puedan ir acompañados de tormenta y que serán menos probables e intensos en el litoral, tendiendo a remitir al final del día. Las temperaturas mínimas sin cambios o en descenso ligero y las máximas tendrán un pequeño descenso». Mañana, igualmente, el tiempo será «nuboso tendiendo a intervalos de nubes bajas, con apertura de amplios claros en la mitad sur durante las horas centrales. Habrá precipitaciones débiles en la mitad norte, más probables por la mañana. Temperaturas mínimas sin cambios o en descenso ligero; máximas sin cambios en el litoral y en aumento en el resto».
Por último, el domingo se espera que haya «intervalos de nubes bajas matinales. No se descartan lluvias débiles en la mitad norte. Temperaturas mínimas sin cambios o en descenso ligero; máximas en aumento».
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