La madre de Julen Serrano, a la derecha, junto a otros familiares, en su llegada al juicio celebrado en 2017. Michelena

La familia de Julen Serrano queda exonerada del pago de las deudas del padre, condenado por su asesinato

La Ley de Segunda Oportunidad permite a la madre del menor asesinado liberarse de la deuda de 40.000 euros contraida por su exmarido, que se declaró insolvente y tampoco hizo frente a la indemnización

Javier Guillenea

San Sebastián

Jueves, 30 de marzo 2023, 17:11

Una ley que entró en vigor en 2015 pero que es una gran desconocida ha permitido a una mujer ver un poco de luz en ... la espiral de sufrimiento en la que se vio inmersa el 1 de diciembre de 2011, día en el que su exmarido mató a Julen Serrano, el hijo de ambos, que contaba con 13 años de edad. La norma es la llamada Ley de Segunda Oportunidad y ha permitido a la mujer, Itziar Loinaz, salir del círculo vicioso en el que quedó atrapada cuando tuvo que hacer frente a las deudas que había acumulado Luis Serrano, su exmarido.

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En 2015 entró en vigor en España una normativa de la Unión Europea que es de obligado cumplimiento y que permite a personas físicas cancelar total o parcialmente sus deudas contraídas y salir a flote. Esta normativa se ha incorporado a la legislación española aunque, según explica la abogada donostiarra María José Peral, «es más restrictiva que en otros países ya que las deudas con la Seguridad Social no se liberan en su totalidad». Pese a ello, recalca que «es una manera de poder llegar a lo que se llama la segunda oportunidad, de que una persona haga borrón y cuenta nueva porque en toda su vida va a ser capaz de pagarla».

Se declara insolvente

Es lo que ha sucedido con Itziar Loinaz. La sentencia que condenó a su exmarido a 19 años de prisión también le impuso el pago de una indemnización de 314.000 euros a su familia, pero se declaró insolvente y no abonó ninguna cantidad. Además de no recibir nada, Itziar se encontró con una deuda de 40.000 euros que había contraído Luis Serrano, ya que había estado casada en régimen de gananciales con él. Con tres hijos a su cargo, la mujer no podía hacer frente al pago de esa cantidad.

La angustia cesó cuando un juzgado exoneró a Itziar de toda la deuda privada contraída con bancos y a través de préstamos personales. No ha ocurrido lo mismo con la Seguridad Social. «Lo que no se puede quitar es toda esa deuda porque hay un tope. Te exoneran 10.000 euros pero el resto hay que pagarlo», explica Peral, que ha llevado el caso. A su cliente le quedan por pagar 6.000 euros, por lo que «hemos pedido un aplazamiento a la Seguridad Social y nos tienen que contestar para poder empezar los pagos», afirma Peral.

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La abogada lamenta que la Ley de Segunda Oportunidad «no esté muy publicitada». «La gente no sabe que existe esta opción e incluso he tenido clientes que cuando han ido al banco para que les exoneren la deuda les han contestado que eso es imposible», asegura. Pero no solo no lo es sino que se trata de una práctica común en países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania.

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