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NÚÑEZ
LEGORRETA.
Jueves, 1 de enero 1970
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Después de un año de reivindicaciones por unas pensiones dignas, ayer fue un día festivo para el colectivo de jubilados. 562 personas se dieron cita en Legorreta para participar en la tradicional marcha regulada. Todos ellos lucieron la camiseta conmemorativa de esta edición, la vigésimo octava. La plaza de la localidad del Goierri se llenó de participantes y tal y como reconocían los organizadores, «será uno de los pueblos más pequeños que ha acogido el evento». Aunque tanto la salida como la llegada eran en Legorreta, el recorrido llevó a todos, por el bidegorri, hasta la plaza de Itsasondo.
El coro Elekun y dos dantzaris del grupo Irrintzi Alai, de la localidad, dieron la bienvenida a los asistentes, con una versión cantada de la Agurra. «Lo más bonito de este día es el encuentro de las personas», admitía después José Agustín Arrieta, presidente de Agijupens, la asociación guipuzcoana de jubilados y pensionistas, que reúne a la mayoría de asociaciones de jubilados del territorio.
Ayer hubo representantes de todas las comarcas con grupos de Irura, Ordizia, Zegama, Olaberria, Ormaiztegi, Beasain, Lazkao, Deba, Mutriku, Arrasate, Bergara, Oñati, Pasajes, Hondarribia, etcétera. «La de este año es la marcha de la pluralidad, la que une el pasado, el presente y el futuro», indicó y agradeció a todos su participación cantando unos bertsos en euskera y recordando las palabras de Antonio Machado «no hay camino, se hace camino al andar».
Arrieta también participó en la marcha regulada, dentro del simbólico grupo número 50, junto a la alcaldesa de Legorreta, Zelai Amenabarro; el alcalde de Itsasondo Asier Garro; la diputada de Políticas Sociales Maite Peña, y algunos miembros de las directivas de las asociaciones de jubilados de ambos pueblos. Maite Peña recordó que «el envejecimiento de la población es un gran reto para Gipuzkoa. Algunos lo ven como un problema, pero también es una oportunidad. Nadie mejor que vosotros sabe lo que podéis aportar», indicó, e hizo referencia a la importancia de los jubilados en la red de voluntariado.
El buen ambiente reinó durante toda la mañana y todos los participantes alabaron la organización de la jornada, que calificaron «de diez». Tras salir de la plaza de Legorreta, los 132 equipos participantes se dirigieron al barrio de San Miguel, donde estaba el segundo puesto de control, antes de dar la vuelta e ir a Itsasondo. Allí les aguardaba el hamaiketako, una bolsa con fruta y agua, caldo y café, que todos agradecieron. De vuelta a Legorreta, les esperaba otro pintxo de queso y bebidas. «El día ha sido precioso, el recorrido era muy fácil, todo llano», agradecían. Los controles eran solo una excusa para contabilizar a los grupos, ya que todo el recorrido lo hicieron todos juntos, en un gran pelotón que se extendía cientos de metros.
Al finalizar, hubo una concentración de cinco minutos de silencio. José Agustín Arrieta aprovechó para agradecer la buena organización de la jornada, así como recordar a todos que «tenemos un reto muy importante, el encontrar un envejecimiento más activo».
A continuación, repuestas las fuerzas, muchos de ellos se animaron a bailar con la txaranga Kuxkuxtu de Iparralde, que les llevó de kalejira hasta el polideportivo Harripila donde se celebró la comida que puso fin a la jornada. La próxima edición de esta marcha regulada tendrá lugar en Oiartzun.
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