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M.C.
Miércoles, 31 de agosto 2022
El ayuntamiento de Irun no puede más. Ayer se cumplió la decimonovena jornada consecutiva de kilométricas retenciones en el paso fronterizo con lo que eso supone para sus habitantes. Tras la declaración institucional aprobada por todos los partidos hace unos días, en la que exigían a distintas instituciones medidas que alivien la situación, la alcaldesa en funciones, Cristina Laborda, remitió ayer una carta al diputado general, Markel Olano, en la que le pide «soluciones» a los problemas que se están generando en una carretera de competencia foral. El caos circulatorio que se está produciendo desde mediados de agosto está provocado por los atascos en los peajes de la autopista en Irun y Biriatou. El resultado son largas colas de vehículos que llegan a alcanzar día sí y día también los siete u ocho kilómetros, cuando no son más.
«Esto no es un problema nuevo, ni mucho menos» manifiesta Laborda quien destaca que «este año ha alcanzado cotas que quizás no habíamos visto nunca. A las colas, ya demasiado habituales de las vacaciones que este año se han adelantado, hay que sumar los controles que la policía francesa realiza en la muga y que ralentizan el tráfico. El resultado es que al colapsarse las carreteras que circundan la ciudad, los vehículos buscan rutas alternativas y acaban convirtiendo nuestras vías urbanas en una ratonera». Con la misiva, la alcaldesa en funciones solicita al máximo responsable de las carreteras de Gipuzkoa «soluciones» y le recuerda cómo «hace ya más de una década, Bidegi, como gestor de la A-8, y ASF como responsables de las autopistas francesas, firmaron un protocolo que durante un tiempo se cumplió» y que llevaba a levantar las barreras de los peajes «ante avalanchas de tráfico o problemas de circulación graves que pudieran provocar grandes caravanas».
A su juicio, «cumplir ese acuerdo sería un inicio». Asimismo, que desde el Ayuntamiento de Irun se ha querido compartir «el malestar y desesperación de la ciudadanía» y por eso todos los grupos municipales aprobaron una declaración institucional solicitando a todas las administraciones competentes «remar en la misma dirección para atajar una problemática que ya se prolonga demasiado tiempo y que está afectando a los vecinos de la ciudad y a sectores locales de actividades de forma importante».
La operación retorno cumplió ayer su quinto día y provocó retenciones de hasta 10 km en la AP-8. A las 22.00 horas habían bajado a la mitad, lo que da idea del colapso vivido por la tarde.
Se trata de la decimonovena jornada consecutiva en la que se registran retenciones dirección Francia. En estas casi tres últimas semanas se han llegado a contabilizar filas de vehículos que han alcanzado los 12 km, un hecho que colapsa al municipio de vehículos en busca de una alternativa.
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